Medio Ambiente lamenta que a menudo sean retirados los carteles que advierten de la no potabilidad
13 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Galicia es conocida como la de los mil ríos y Santiago bien podría denominarse la de las mil fuentes. De acuerdo con un informe de Aquagest, en el término municipal de Santiago hay contabilizadas 341 fuentes, muchas de ellas ligadas también a lavaderos. La mayoría de ellas reciben el agua de manantiales y solo algunas de las 85 situadas en las parroquias más urbanizadas y en el mismo casco urbano están conectadas a la red de traída municipal.
Las aguas de todas las fuentes y lavaderos de manantial son controladas sanitariamente por los servicios municipales de Medio Ambiente. Elvira Cienfuegos, concejala responsable del área, explicó que los análisis se realizan periódicamente en todas aquellas fuentes que son habitualmente utilizadas por los ciudadanos sin atender a las recomendaciones de las autoridades municipales. En gran parte de estos análisis, los resultados no arrojan problemas sanitarios pero «iso non significa que poda consumirse tranquilamente». De hecho, la recomendación es evitar el consumo, ya que «a analítica faise hoxe e pode dar ben, pero non significa que o día seguinte sexa apta». Ante la duda, la mejor opción es no consumirla para evitar intoxicaciones.
En cada una de las fuentes de manantial controladas se colocan, sea o no apta en el momento del análisis, un cartel que indica que no es potable. Sin embargo, estos carteles a menudo son retirados por los usuarios habituales. La concejala de Medio Ambiente está planteado la posibilidad de colocar un cartel con el lema «agua sen garantías sanitarias» para garantizar la permanencia de los paneles informativos. Pero para ello precisará de la autorización de la Consellería de Sanidade.
El agua de las fuentes ubicadas en las zonas de Santiago sin traída municipal no es la única que es recogida por los ciudadanos para ser consumida o empleada para el riego; también en la zona urbana persiste la costumbre de utilizar el agua de la fuente para el consumo diario. Resulta habitual ver a personas cargadas con botellas y bidones de plástico para recoger agua en fuentes como la de Salgueiriños, Santas Mariñas (rúa A Estrada), Sar, Pontepedriña, Cima da Eira (Casas Novas) o en la Fonte dos Capitáns (vial Sar-Pontepedriña), entre otras. Esta costumbre llama aún más la atención, ya que se trata de aguas calificadas de no potables por el Ayuntamiento compostelano.
Al margen del valor de uso de las aguas, la concejala nacionalista de Medio Ambiente destaca el «gran valor etnográfico e patrimonial e, incluso nalgúns casos, de valor artístico ou monumental». Cienfuegos destacó especialmente la importancia de las construcciones de fuentes y lavaderos en la arquitectura popular gallega. La titular de Medio Ambiente apuntó su deseo de rehabilitar algunas de las construcciones de mayor valor artístico y patrimonial, pero indicó su preocupación por el hecho de que la recuperación de estas fuentes «invite» a las personas a consumir el agua sin atender a las recomendaciones sanitarias del Ayuntamiento.
Fonte dos Capitáns
Una de las últimas fuentes en ser recuperadas es la situada en el vial Sar-Pontepedriña, conocida como Fonte dos Capitáns, que es muy visitada tanto por los vecinos de Pontepedriña como por los de la zona de Sar. Este manantial se conservó y canalizó durante las obras de construcción de la carretera y, aunque la fuente inicialmente quedó oculta entre la maleza, el departamento de Medio Ambiente rehabilitó el entorno. El agua de esta fuente tampoco es apta para el consumo, aunque los últimos análisis arrojen datos aceptables.
Buena parte de las fuentes de Santiago están unidas a lavaderos ubicados tanto en aldeas del rural como en zonas de clara expansión urbanística como Conxo, Sar, Pontepedriña, Casas Novas o Salgueiriños, donde la última analítica indica que tiene problemas bacteriológico. Todos estos están en buen estado de uso y siguen siendo utilizados por vecinos de cada zona para lavar fundamentalmente piezas de mayores o menores dimensiones.