El precio de los viajes en avión a Barcelona se dispara al bajar la oferta de vuelos más de un 27%

M. Cheda

SANTIAGO

Una compañía vende pasajes de Compostela a Cataluña más caros que otros para ir a París en la misma jornadas

03 jul 2008 . Actualizado a las 02:53 h.

Clickair, la empresa de bajo coste participada por Iberia, empezó el martes a ejecutar su estrategia de repliegue temporal en la línea Santiago-Barcelona, la cual consiste en mantener 14 conexiones semanales y suprimir otras 10 desde ahora hasta el 15 de septiembre, o sea, retirar 110 en global. Justo un trimestre antes, la compañía de nueva generación Vueling había eliminado en esa misma ruta 14 de los 28 servicios que venía comercializando hasta entonces. Introducidas ambas medidas en una coctelera, añadidos el bum turístico inherente al verano más una pizca de petróleo al alza y agitados los ingredientes con fuerza, resulta un combinado de difícil digestión en tiempos de crisis. Sabe amargo: los precios de los viajes en avión entre las capitales gallega y catalana se han disparado muy notablemente.

Consultado ayer al respecto, un agente del sector atribuyó ese encarecimiento de los pasajes a la continua apreciación de los combustibles y, sobre todo, a una ley básica de mercado. «La oferta se desploma, la demanda se mantiene si es que no repunta, luego las tarifas, por fuerza, ascienden», argumentó. En efecto, en la suma de julio y agosto, las dos sociedades ya mencionadas y Spanair unirán la Catedral con la Sagrada Familia a través de 354 enlaces regulares, computando tanto los de partida como los de vuelta. Comprados con los 487 registrados en igual bimestre del 2007, representan un 27,3% menos.

Y, en efecto también, entretanto un lado de la balanza desciende, el otro progresa. La Voz ha analizado qué desembolso mínimo implica subir a alguno de los 170 aparatos que entre esta mañana y el 1 de septiembre despegarán de Lavacolla con rumbo a El Prat. Los tiques de ida más baratos a disposición de la clientela se mueven en una horquilla de entre 74 y 387,4 euros. No obstante, como promedio, el valor de la tarjeta de embarque más económica para el período antes referido se sitúa en 108,24. En el cuadro reproducido a la derecha de estas líneas se recogen sin excepción, entre las menos gravosas, todas las combinaciones a las que puede acogerse un usuario de la terminal de Santiago para arribar a la central de Cataluña.

Sorprende observar, por ejemplo, cómo Vueling exige un esfuerzo de al menos 123,3 euros a quienes pretenden plantarse en la ciudad Condal el 18 de julio, cuando ese mismo día solo cobra 105,3 a aquellos que quieren moverse de Lavacolla a París, a pesar de que esta segunda travesía dura un 17% más que la primera (105 minutos contra 90). O cómo la peor butaca en el Clickair Compostela-Barcelona del 17 de agosto se cotiza a 179,4, mientras un asiento para idéntica jornada en el Ryanair de Roma (Italia) no alcanza los 131,8, pese a la media hora de diferencia entre ambos destinos.