«El problema de las calles nuevas es que no se ve el problema hasta que transcurre un tiempo». Es la frase más utilizada por los vecinos de la zona recién estrenada de Camiño Novo, en Bertamiráns. Bloques de edificios nuevos, parques, jardines e incluso la piscina cubierta municipal dan una agitada vida a lo que antes era una zona desierta.
Daniel Pulzoni comenta que «es una área muy tranquila, llena de recursos para pasar el tiempo y recién construida, por eso a lo mejor no se aprecien los problemas que pueden surgir en un futuro». Haciendo vagas previsiones sobre el futuro, Daniel Pulzoni se adelanta a decir que «lo más seguro es que en unos años tengamos problemas con las plazas de aparcamiento, porque al tener la piscina justo al lado y ser un servicio tan utilizado, es muy probable que las que hay se queden escasas, porque ya empiezan a serlo ahora».
Pedro Doñate, de camino a la piscina, se para también en esta futura posibilidad, ya que los usuarios de la piscina tendrán que dar un par de vueltas antes de poder aparcar. Además comenta que «los cables que conducen la luz de obra de los nuevos edificios llevan atravesando la calle una larga temporada pero claro está, esto es cuestión de tiempo». José Noia prevé también que el tráfico podrá ser uno de los inconvenientes de la zona, pero remarca que ya tienen delante otros como lo descuidados que están los jardines que rodean la piscina «habría que tener esto un poco más decente, menos hierbajos y más césped, pero tiempo al tiempo».
Sin descuidar su paseo, M.F. comenta que la zona le encanta. «Es ideal para pasear, muy tranquila y perfecta para venir con niños. Es una de las zonas de Bertamiráns que más me gusta, por eso de no sentir el ajetreo que se siente en el centro».
Por otro lado, Daniel Muíño fija su atención en los peatones y comenta que «todo está muy bien señalizado y hay pasos de cebra cada diez metros» y esto, aclara, «es esencial, porque aunque no sea una calle del centro, está bastante transitada por los coches».
Así, la rúa do Camiño Novo se estrena constantemente con el pasear de los vecinos. Y es que para conocer los defectos de las cosas nuevas, hay que usarlas primero.