Las fuertes rachas impidieron la actividad pesquera al alcanzar una velocidad de fuerza ocho en el mar
15 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El fuerte temporal de lluvia y viento que azotó la costa y parte del interior de la provincia de Pontevedra cogió por sorpresa a instituciones y vecinos. No en vano, el fenómeno superó el ámbito de las previsiones meteorológicas, que situaban el temporal en las Rías Altas y en A Coruña, donde se decretó la alerta naranja. Un portavoz de Meteogalicia reconoció que, por el contrario, el fenómeno acabó afectando al interior, especialmente a las zonas altas. Fue una borrasca de pequeñas dimensiones, pero con isobaras muy juntas, que produjo de repente unos vientos de fuertes a muy fuertes, con una duración aproximada de hora y media.
Los valores más altos de Galicia se midieron en Ons, donde alcanzaron los 160,3 kilómetros por hora, según explicaron fuentes de Meteogalicia. En otros puntos, ya en la costa, la media de la velocidad del viento se situó entre los 90 y los 100 kilómetros por hora.
En la ría el temporal también fue fuerte en el mar, llegando a provocar olas de 4,5 metros de altura en A Lanzada y rompiendo los amarres de diversas embarcaciones. Los barcos no salieron a faenar, por la bravura de un mar que superó la fuerza ocho.
Si la noche se presentó complicada para los servicios de emergencia -solo en la ciudad Bomberos y Policía Local realizaron más de un centenar de actuaciones desde las 2.30 horas de la madrugada-, la mañana no fue mucho mejor.
La caída de cientos de árboles complicó no solo las comunicaciones por carretera entre numerosos puntos de la comarca, sino que también dejó a oscuras durante horas a localidades como Cuntis, partes de Pontevedra, Marín o Bueu.
También volaron tejados, uralitas, se cayeron muros y otros elementos urbanos, aunque hay que resaltar que, afortunadamente, no se produjo ningún daño personal que sumar al rosario de incidencias que salpicaron la comarca.
Según las previsiones, el tiempo no dará tregua hasta el próximo domingo, si bien hasta entonces solo habrá lluvia.