El parón inmobiliario fuerza al sector a sondear Europa del Este

Ch. C. / L.C.S. / J. V.

PONTEVEDRA

La asociación de promotores programa viajes a diez paises para abrir negocio a las firmas de la provincia

09 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Constructoras de mediano tamaño han emprendido la búsqueda de negocio en los países del Este de Europa. La última en sondear las posibilidades de negocio es la inmobiliaria local Nino Mirón, que prevé construir en Polonia. Sigue así los pasos que abrieron antes firmas como Fadesa, una de las grandes constructoras de capital gallego, que entregará a principios de 2009 las primeras fases de sus proyectos en Europa del Este. Los desarrollos urbanísticos incluyen un total de 11.991 viviendas: 335 en Sofía, 2.271 en Budapest, 1..785 en Varsovia y 7.600 en Bucarest

La construcción en estos nuevos mercados inmobiliarios equivalen ya al 66% de todo lo que Fadesa construye en España, un total de 17.980 residencias frente a las 11.991 de los países del Este. El grupo pontevedrés San José también se ha lanzado a la búsqueda de suelo en Europa del Este y en Sudamérica, donde tiene una importante presencia en Argentina y Perú.

Las empresas de la provincia tratan de esquivar el parón inmobiliario con nuevos mercados donde los márgenes son mayores a los actuales en Galicia. Durante el 2007 se ha frenado un 20% la obra residencial nueva en la comunidad. Y eso se está dejando notar en el sector. Según la asociación de constructores de Pontevedra el cierre de empresas con motivo del parón se eleva ya a cien, aunque la cifra es preocupante dista aún de ser alarmante.

Los promotores de la provincia visitarán hasta una decena de países durante este año y el 2009, en los que creen que existen grandes posibilidades de desarrollar proyectos duraderos en el tiempo, financieramente sólidos y con seguridad jurídica, tal y como apunta Javier Garrido Valenzuela, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Pontevedra (Aproin).

Sobre esta última parte, Garrido añade con cierta ironía que «buscamos y sabemos que allí sí la tienen, una seguridad jurídica que aquí no nos han dado en muchos casos».