Pintan bastos para el Pontevedra. La ansiedad domina a la plantilla granate. Estuvo 80 minutos a merced del Lugo y si consiguió sumar un punto fue por las expulsiones de los lucenses Costas y Rubén Duran en el tramo final del encuentro y por el arreón de los locales, espoleados por sus aficionados (1-2).
El empate deja al Pontevedra fuera de los puestos de promoción de ascenso y al Lugo con la moral reforzada para intentar dar la campanada con la clasificación para la fase de ascenso a Segunda División.
Con un rival muy bien situado sobre el terreno de juego, el equipo de la ciudad del Lérez nunca consiguió hacerse con el control del partido. Lo intentó en los primeros cinco minutos pero se encontró sin pasillos para llegar al área lucense y poco a poco se fue derrumbando hasta acabar a merced de los de Fonsi Valverde.
Las únicas ocasiones de gol en los primeros 45 minutos fueron a cargo de la escuadra visitante. El primer aviso le llegó a los 5 minutos de juego en un pase de Mauro que Chino Losada remató con mucho peligro sobre la portería de Bonis.
Esta acción activó el sistema nervioso de los granates y a partir de ese momento empezaron a perder las posiciones sobre el terreno de juego. Con Fran Rico con un juego muy horizontal y con un Gato que perdió todos los balones que tocó, el único camino que le quedaba al Pontevedra era recurrir a la banda izquierda, donde Dani era el único capaz de desbordar, o al menos intentarlo, por la banda.
Hasta Víctor Ormazábal se mostraba desconocido. Sus incorporaciones a posiciones de vanguardia acabaron siempre en las proximidades del área y nadie consiguió poner orden sobre el terreno de juego.
Mientras, el conjunto lugués aprovechaba las facilidades de un oponente al que solo le funcionaba la línea defensiva. Al primer remate de Losada a la portería local se le sucedieron un remate de cabeza de Aira al segundo palo y una buena ocasión para el lucense Sergio. En un mano a mano con su tocayo Sergio Castaño dejó a éste en una posición envidiable para encarar a Bonis pero llegó Vázquez a tiempo para enmendar el resbalón del andaluz. Fue el único capaz de rematar, en toda la primera parte, un balón sobre la portería de Marcos Valín, al saque de un córner.
Tras el descanso el partido se animó. El Pontevedra dio muestras de recuperación en un parte de jugadas pero volvió a desinflarse cuando Sergio se encontró con la banda izquierda totalmente vacía para lograr el primer tanto.
La entrada de Javi Rodríguez dio un poco más de dinamismo al juego local y, pese a fallar una clarísima ocasión bajo los palos, logró el tanto del empate. Lo consiguió después de que el árbitro le mostrase la segunda tarjeta a Costas.
Luego llegó la roja directa a Rubén Durán, por una dura entrada a Víctor Ormazábal, y los dos equipos empezaron a dar por buena la igualada en un clásico muy trabado quevolvió a atragantársele al equipo de Pasarón.