El Concello reconoce que todavía quedan muchos, pero el año pasado instó la retirada de nada menos que 335 vehículos abandonados en diferentes calles
10 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.El Concello de Pontevedra tenía censados, a mediados del año pasado, un total de 50.407 vehículos. El padrón se incrementó un 37% desde los poco más de 36.000 vehículos que había registrados en el municipio en 1997. En tal incremento influyen factores como el aumento poblacional, la mejora de las condiciones de vida, la facilidad para acceder a préstamos financieros, o la renovación del propio parque. Normalmente se considera como un buen indicador el crecimiento del padrón de vehículos, pero también tiene sus obvios inconvenientes.
Uno de ellos es convertir las calles en verdaderos cementerios de coches, auténticos almacenes de chatarra al aire libre.
Los datos son muy elocuentes: el año pasado el Concello de Pontevedra retiró o instó la retirada de 335 vehículos abandonados en las calles del casco urbano. Prácticamente uno por día. Sin embargo, tal y como reconoce el concejal responsable de está área, Guillerme Vázquez, «son moitos máis os que segue a haber nas rúas de Pontevedra», causando problemas de imagen, de seguridad e incluso de higiene.
Por no hablar de que, obviamente, esos vehículos están ocupando plazas de aparcamiento. Un dato: los 335 coches que se retiraron en el 2007 prácticamente llenarían cualquiera de los aparcamientos subterráneos de concesión pública que hay en la ciudad.
Un simple paseo por las calles de Pontevedra da fe de que el problema va en aumento. Todas las imágenes que ilustran este reportaje fueron captadas esta misma semana en el casco urbano de Pontevedra.
Se han detectado un buen número de vehículos abandonados en las inmediaciones de la antigua fábrica de Tafisa, en la avenida de Buenos Aires. El abandono allí es tan flagrante que incluso hay algún vehículo que ni siquiera tiene ruedas. ¿Hay alguna duda de que su dueño no tiene previsto pasar a recogerlos?
Otra zona donde proliferan los coches abandonados es el barrio de Campolongo, donde se encuentran vehículos perfectamente acondicionados para servir como morada de drogadictos.
Sobre la categoría de los coches, hay un poco de todo. Desde los que aparentan haber recorridos cientos de miles de kilómetros hasta alguno de alta gama, como un Mercedes en la calle José Casal con el techo solar destrozado y las puertas abiertas.