La falta de vehículos patrulla deja en el cuartel a agentes de Tráfico

PONTEVEDRA

El colectivo sostiene que solo hay un guía de perros para explosivos para las Rías Baixas y Ourense

13 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles denunció ayer públicamente que el instituto armado pontevedrés vive una situación paradójica. De este modo, lamentaron que, mientras en algunas unidades se ha registrado un aumento teórico de agentes, existe una falta de medios, sobre todo motocicletas, furgonetas y otros vehículos de cuatro ruedas, que estaría provocando situaciones kafkianas.

En este sentido, desde el colectivo se hizo referencia al caso del subsector de Tráfico, en cuyos destacamentos ubicados en la provincia la escasez de vehículos está determinando que algunos agentes estén inoperativos para realizar la labor que tienen encomendada en aras de la prevención, el auxilio, la sanción de infracciones o la prevención de delitos. De este modo, apuntaron que se han dado casos de funcionarios que se tienen que quedar en el cuartel o de que tres o cuatro agentes tengan que trasladarse en el mismo vehículo oficial «haciendo menos efectiva a nuestro entender su labor».

Sin embargo, pese al incremento de algunas pocas plantillas, la AUGC mantiene que, en términos generales, falta personal en las unidades adscritas a las Rías Baixas. En este punto, aludieron a que, en algunos supuestos, «cuentan solamente con un componente que tiene que hacer frente a todas las incidencias de su trabajo».

El portavoz pontevedrés de la asociación criticó que la provincia tenga un único agente guía de perros especialista en explosivos, que además de Pontevedra también se ocupa de la provincia de Ourense.

Precisaron que el supuesto déficit de esta plantilla ya ha provocado disfunciones. Explicaron que cuando en mayo pasado se tuvo que intervenir por la colocación de una olla con explosivo en Cangas, el agente especialista pontevedrés estaba de permiso. «Esto provocó que, a las tres de la mañana, se tuviera que hacer venir a un experto desde A Coruña», incidieron.

Es otros casos, y ya referidos a determinados puestos del instituto armado, el colectivo recordó ayer que «se ha solicitado por activa y por pasiva el aumento de efectivos y están bajo mínimos». Eso sí, reconocieron que se ha producido un refuerzo, «mínimo», en el subsector de Tráfico, donde lamentaron que se vivan tan esperpénticas como es el hecho de que «de las veintidós motocicletas que hay en el destacamento de Porriño, trece están averiadas».

Las criticas de la AUGC no terminan aquí. La principal asociación en el seno de la Guardia Civil sostiene que, pese a las reformas legales en materia penal -caso concreto de la modificación del Código Penal en el ámbito del tráfico-, los agentes uniformados apenas reciben una «escasa o nula formación», circunstancia que «repercute negativamente en el servicio que prestamos a los ciudadanos», puntualizó el portavoz para Pontevedra.

Exceso de velocidad

Esta falta de formación se vislumbra en la anécdota que recuerdan desde la AUGC y que se ha producido recientemente.

Se refiere al primero de los casos detectados, tras la entrada en vigor de la citada reforma penal, por exceso de velocidad en la provincia. Al parecer, según relató el dirigente del colectivo del instituto armado, el supuesto infractor no dudó en comentar «por los bares de la zona que ''sí. Me pilló el radar, pero como no sabían qué hacer, no instruyeron diligencias. Ese día me denunciaron y me citaron al día siguiente para instruir diligencias y poner mi caso a disposición del juez''».

No es de extrañar que desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles de Pontevedra se mantenga la tesis de que «si se pretende que las campañas como la actual tengan éxito, sería importante que, además de formación, se proporcionen medios».