Las personas en situación de necesidad extrema que acudieron a Cáritas aumentó un 78% en un año
06 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La memoria de actividad de Cáritas en Ourense correspondiente al año 2010, que ayer presentó su presidente Miguel Pérez de Juan, no permite dar pábulo a la esperanza en cuanto a la situación económica que vive la zona que abarca el territorio de la diócesis (que no incluye la zona valdeorresa, perteneciente a Astorga). Si en 2009 fueron 4.223 las personas que entraron en el programa de acogida y atención primaria -la más urgente, que incluye soluciones de emergencia en aspectos básicos como vivienda, ropa y alimentación-, en 2010 la cifra se elevó a 7.541.
El incremento se explica fundamentalmente por el recrudecimiento de las consecuencias de la crisis en las familias. El presidente de la entidad destacó el incremento en tres perfiles de estos beneficiarios: parados que se han convertido en de larga duración y han perdido prestaciones o han terminado con sus ahorros durante ese año; familias jóvenes de entre 25 y 40 años con dos hijos por término medio; y mujeres solas con cargas familiares no compartidas y con problemas de conciliación de esa vida familiar con la laboral por la ausencia de red social de apoyo y falta de recursos comunitario.
Porcentualmente el incremento de este tipo de personas con necesidades más urgentes alcanzó el 78,56%. Una cifra que supera con mucho el que la entidad ha detectado en el resto de sus servicios y programas: el 36.45%. En conjunto, Cáritas atendió el pasado año a 10.733 personas.
Con ese bagaje y el crecimiento constante de demandantes de ayuda que viene registrando la entidad, es difícil que Ourense se acerque a la media española e incluso a la gallega de personas que han cruzado el umbral de la pobreza. La media nacional está en torno al 21% y la ourensana en el 28%, según apuntaba ayer el presidente de la entidad.
En la parte más positiva Pérez de Juan destacaba ayer los programas de empleo que gestiona la entidad, entre ellos el obradoiro que consiguió recuperar una vieja casa parroquial y su finca para convertirla en casa de turismo rural y albergue de peregrinos. En ella trabajaron 24 personas que cobraron 900 euros brutos mensuales además de formarse laboralmente. También destacan las 45 personas a las que se logró reinsertar laboralmente a través de empleadores particulares y empresas.
Los ingresos crecen menos
Cáritas manejó el pasado año 1,5 millones de euros, un 25% más que en el anterior, lo que queda muy por debajo del incremento de beneficiarios de alguna de sus ayudas. A pesar de que los socios aportaron un 16,75% más, que las donaciones ascendieron a 161.000 euros y las colectas aportaron 32.409, los ingresos procedentes de ayudas privadas suponen solo el 35% del presupuesto invertido, mientras que el resto sale de subvenciones y convenios.
«Mi labor en Cáritas es altruista, no hay incompatibilidad con ser senador; me gustaría seguir esa labor política»
Miguel Pérez de Juan