Un equipo de la Universidad de Surrey viste las camisetas del club del Concello de San Amaro
13 jun 2011 . Actualizado a las 10:42 h.El Condado de Surrey cede su nombre a la prestigiosa universidad situada en su capital, Guilford, al suroeste del Gran Londres, cinturón metropolitano de la capital del Reino Unido. El centro estudiantil destaca por sus cursos de posgrado, a los que acuden estudiantes de todo el mundo, incluido un carballiñés, Martín Nogueira Salgueiro.
A sus 25 años, el vástago del nuevo teniente de alcalde de O Carballiño y conocido pediatra, suele tomarse un respiro en sus estudios con el balón en los pies. El fútbol lo llevó al Salamonde en las categorías provinciales ourensanas y el recuerdo de aquella época lo animó a pedirle a los responsables del club las camisolas que vistieron en esa temporada, para su nuevo proyecto deportivo en la isla inglesa.
Y es que el joven Martín se unió a varios de sus colegas de clases para crear un equipo de fútbol 7 en la liga universitaria de Surrey, al que bautizaron con el nombre de Salamonde International. Es el merecido homenaje que todos consideraron justo, al lucir la casaca azul, con la publicidad de un café de la villa del Arenteiro y con el escudo de la propia agrupación deportiva.
La formación tampoco puede ser más cosmopolita, porque además de su activo integrante español, ampara a dos iraníes, un italiano y un irlandés, junto a los nativos de la antigua Albión. Quizás por ese molde heterogéneo su estilo de juego no es lo suficientemente compacto como para disputarles las primeras posiciones a los conjuntos locales, pero el club del Concello de San Amaro tiene una representación más que digna en las islas británicas.
Y también con la idiosincrasia gallega, porque aunque los jugadores del Salamonde International no lo sabían en un principio, ya han ido descubriendo poco a poco lo que significaba su grito de guerra, de igual modo ideado por el inquieto Martín: «¡Viva o pulpo, carallo!».
A más de uno le costará probarlo, pero los que se han interesado por el emblemático manjar ya están pensando en dar el salto a O Carballiño y, de paso, conocer las instalaciones de «su» querido Salamonde.