Una vecina de O Barco, Araceli Diéguez, ha presentado una reclamación formal ante la inspección médica tras la muerte de su marido el pasado 10 de febrero. La mujer defiende que el hombre, que sufría enfermedad pulmonar obstructiva crónica, (EPOC) falleció debido a la deficiente asistencia médica que recibió en el Punto de Atención Continuada (PAC), ubicado en las instalaciones del Hospital Comarcal de Valdeorras (aunque su gestión depende de atención primaria y no del propio hospital).
Según relata la mujer, ese día su marido sufrió una crisis respiratoria, «como otras veces», así que le llevó hasta el hospital, donde le remitieron al PAC. «Apareció un médico», prosigue, al que, dice, «rogué que pasase a mi marido directamente al hospital de día, pues así lo habían hecho en otras ocasiones al ser un enfermo crónico, mientras que una enfermera decía que pasar por el PAC era el protocolo a seguir».
Una vez allí, dice, «lo peor fue que el médico, con una gran falta de moral y humanidad, en lugar de auxiliar a mi esposo, que cada vez estaba peor, se dedicó a perder el tiempo: entraba y salía de la consulta sin hacer nada, preguntaba si era alérgico...», relata Diéguez. Asegura que, mientras tanto, ella se dedicaba a insistir en que le pusiesen «una mascarilla, como otras veces, pero ni caso».
Según la mujer, cuando finalmente el médico dio la orden de pasarlo «a las urgencias del hospital», el hombre «cayó muerto allí mismo, en aquella consulta en la que no halló ayuda». «Lo dejaron morir por falta de auxilio inmediato», concluye.
Silencio administrativo
Tras el suceso, la familia del fallecido presentó la correspondiente reclamación formal ante el Sergas, aunque ninguna respuesta han recibido de momento. «Después de un mes de lo sucedido, ni me han contestado; mientras me topo con el muro del corporativismo de los médicos», asegura la viuda.
Fuentes hospitalarias precisaron al respecto de este caso a La Voz, que el tema está ahora en manos de la inspección médica.
Acciones judiciales
La familia, por su parte, no descarta ahora llevar el caso a los tribunales, aunque por el momento aún están meditando las medidas a tomar sobre el doloroso asunto. «Es una decisión que tenemos que meditar, pero que no hemos descartado todavía», señala Diéguez.