Limiar alerta a la policía sobre la presencia de menores que acuden con navajas al botellón

La Voz

OURENSE

12 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Un grupo de directivos de la federación vecinal Limiar, con su presidente Manuel Carnero a la cabeza, trasladó ayer al comisario jefe de Ourense, Ángel Barrera, la inquietud existente en medios vecinales acerca de la seguridad en la capital. Entre los asuntos que preocupan a los representantes de las asociaciones de vecinales se cuenta la supuesta presencia de menores que acuden a los botellones armados con navaja, lo cual representa un riesgo añadido a la ingesta descontrolada de alcohol en estos encuentros.

La reunión de un reducido grupo de directivos de Limiar ha permitido fijar la fecha del 3 de junio para la celebración de un encuentro abierto entre los responsables policiales del Ourense y los representantes de todas las asociaciones de vecinos que deseen participar. En líneas general, según dice Manuel Carnero, la Policía Nacional está dejando sentir una mayor presencia tanto en el centro como en los barrios, «donde siempre resultan más necesaria», a juicio del presidente de Limiar.

Manuel Carnero ha valorado de forma positiva el encuentro con el comisario jefe, Ángel Barrera, en la medida en que, según sus palabras, pudieron apreciar buena disposición al diálogo y, sobre todo, a que se les escuche. «Cada uno es conocedor de la realidad de su barrio, sabe los problemas y las deficiencias que hay en cada zona, por lo que cuanto mayor sea la colaboración mejor será el resultado para todos», reflexiona el dirigente vecinal.

Los representantes de Limiar pidieron al comisario, por otra parte, que intensifique la vigilancia sobre los recintos escolares, aun cuando se limite a las inmediaciones y no lleguen a entrar a los recintos, algo que solo se hace cuando lo requieren de manera expresa los responsables de cada uno de los colegios.

En la presentación de cuestiones previas de carácter general, desde Limiar se pidió al comisario jefe más control sobre los horarios de cierre de los establecimientos de hostelería, pues, según se puso de relieve en el encuentro, algunos establecimientos que deberían cerrar sus puertas a las tres de la madrugada mantienen la actividad hasta las siete, con el consiguiente perjuicio para los vecinos y para las empresas que cumplen con los horarios de manera estricta y escrupulosa.