Los cortes y la falta de energía eléctrica ensombrecieron parte de la provincia

La Voz

OURENSE

25 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los efectos del temporal de viento y lluvia fueron perceptibles en toda la provincia, aunque con distinta identidad. La caída de árboles y vallas publicitarias obstaculizó el tráfico en distintos puntos de la provincia, sin afectar a las vías de la red principal, según fuentes de la Guardia Civil de Tráfico. En la comarca de O Ribeiro fueron significativos los problemas por estos accidentes, con sucesos puntuales como la caída de árboles en Mouriz, en la carretera de Cea a O Carballiño, o en un tramo de la carretera que conduce de Valdepereira a Cenlle, donde se acumularon gran número de árboles en la carretera, lo cual obligó a una rápida movilización vecinal para cortarlos y retirarlos de la calzada.

Los de tráfico no fueron, de todos modos, los únicos inconvenientes que dejó el temporal. Los vecinos de la localidad de Prexigueiro se encontraron ayer con un árbol caído sobre el cementerio parroquial, mientras que en el área de Boborás persistieron durante la noche y buena parte del día los problemas de comunicación telefónica, con caídas puntuales en el suministro de energía eléctrica.

Las emisoras de radio vieron también afectada su programación, mientras que en distintos puntos de la provincia también la señal de televisión llegó con dificultad o se perdió a causa del impacto del temporal en los equipos que se encuentran situados al aire libre.

La falta de suministro eléctrico salpicó a toda la provincia con accidentes puntuales, desde A Veiga y Trives hasta Castrelo de Miño, donde al cierre de esta información acumulaban veinticuatro horas sin luz alrededor de 150 familias de las parroquias de Santa María y Barral, según las estimaciones del regidor municipal.

La movilización de medios ha sido total en la provincia para minimizar el impacto del temporal. En O Barco, una intervención de los bomberos obligó a cortar la circulación en la céntrica calle Marcelino Suárez, por la caída de la pizarra de un tejado a la calzada. En la calle A Veiga, de la misma localidad, fue la chimenea de una obra en construcción la que provocó las mismas molestias.