Los ourensanos podrán disfrutar en la exposición de este año de Os Cogordos de un ejemplar verdaderamente excepcional.
12 nov 2008 . Actualizado a las 10:53 h.Ramón Outomuro Seara confiesa que, aunque le gustan las setas en el plato y conoce algunas variedades, no es un forofo de las largas caminatas para recoger ejemplares. «Deixei de ir a caza por non andar polo monte, así que tampouco o fago por unha seta», comenta bromista. De hecho el ejemplar de langermania gigantea que se puede observar en la foto se lo encontró por casualidad junto a la obra que está haciendo en la localidad lucense de Pol.
Pero no pensó en darse una panzada con semejante manjar ni en presumir de su buena suerte. Simplemente se acordó de la asociación micológica Os Cogordos y de que todos los años por esta época montan una exposición con los ejemplares que consiguen en el monte, asi que ¿por qué no aportar su granito de arena?
Dicho y hecho. Rescató la seta de su emplazamiento, la metió en el coche y se la trajo para su domicilio en la localidad de Piñor, en Barbadás, desde donde informó a un amigo socio del colectivo micológico de que tenía un regalito para ellos.
«Cando cheguei á casa quedaron un pouco asustados, pero eu xa sabía que era un tipo de seta comestible e que normalmente é bastante grande», apostilla.
De hecho, nada más llegar consultó un libro de especímenes que tiene en casa y «pon que o habitual é que teña de diámetro entre 15 e 40 centímetros, aínda que esta, dependendo de por onde a midas porque é ovalada, está entre 60 e 70». Lo cierto es que Ramón Outomuro no pensó que quizás había encontrado algo excepcional y ni midió ni pesó la seta antes de entregarla, aunque calcula «que andaría polos catro kilos».
En cualquier caso, y al margen del poco mérito que él otorga a su donación, los ourensanos podrán disfrutar en la exposición de este año de Os Cogordos de un ejemplar verdaderamente excepcional.