En el cementerio de Santa Mariña do Monte se han realizado en lo que va de año (hasta el lunes de esta misma semana) 184 enterramientos, una cifra que prácticamente duplica la de la necrópolis de San Francisco, que no ha llegado al centenar, mientras que As Caldas se queda a las puertas de la veintena durante el mismo período. En noviembre de 1994 se apuraban en Ourense los trámites para la apertura del nuevo recinto de Santa Mariña, que se materializaría antes de finalizar aquel año. La proximidad de las fechas de todos los santos y fieles difuntos, jornadas tradicionales de visita a los cementerios, concentraba entonces San Francisco el movimiento de quienes querían recordar a sus difuntos, con el trajín de flores, jardineras y escobas propio de las fechas.
La situación se presenta sin embargo muy distinta en esta ocasión. Han pasado catorce años y la actividad en San Francisco es significativamente menor. Lo es, sobre todo, por las limitaciones que se han impuesto al uso de este bien de interés cultural , donde hace ya años que sólo tienen acceso quienes cuentan con una sepultura o un nicho «en propiedad», según la fórmula que los afectados emplean y que el concello rebaja a «concesión» administrativa.
Cenizas o restos
En lo que va de año se han consumado en Santa Mariña 184 enterramientos, de los cuales cincuenta corresponden a cenizas procedentes de incineraciones, o restos después de haber transcurrido un mínimo de cinco años en otro nicho, casi siempre en alquiler. El desequilibrio de cifras, en relación con los otros dos cementerios municipales, resulta muy significativo, si se tiene en cuenta que en San Francisco se hicieron 98 enterramientos hasta el pasado lunes, de los cuales veinte corresponden a restos o cenizas, mientras que en la necrópolis de As Caldas han sido diecinueve los enterramientos, de los que sólo dos no eran cadáveres.
Menos que en 2007
Las cifras de este año confirman, por otra parte, la tendencia al descenso de la actividad funeraria en el cementerio de San Francisco. Siempre a salvo de un imprevisible repunte, los 98 enterramientos contabilizados en diez meses (menos cuatro días), quedan lejos de los 152 de enero a diciembre del 2007.
Se produce este año, de todos modos, una apreciable diferencia en cuanto al número de enterramientos de cenizas y restos en el municipal de San Francisco, pues este año han sido diecinueve en diez meses y en el 2007 fueron veinte, de lo cual parece desprenderse que aunque la cifra de cadáveres se frena en el cementerio urbano, no ocurre lo mismo con los entierros que proceden de incineraciones.
En el cementerio de As Caldas, durante todo el 2007 fueron tres los entierros de restos o cenizas, mientras que en lo que va de año, hasta el lunes de esta semana, han sido dos los servicios de este tipo realizados.