El servicio de urgencias del Complexo Hospitalario de Ourense acometerá una reordenación funcional con el fin de ganar más espacio para los pacientes que se encuentran en espera de resultados y evitar, de ese modo, la utilización de los pasillos para ese fin.
La pretensión de los responsables de urgencias es mejorar la atención general del servicio, ofreciendo a los pacientes mayor comodidad y mejores condiciones durante su paso por el área de emergencias hospitalarias.
Los cambios que está previsto introducir afectan a la unidad de observación, que fue dotada en el diseño inicial con dieciocho plazas, y a la sala de espera de resultados, donde se habilitó espacio para dieciocho camillas. Mientras que en la sala de observación las condiciones asistenciales son buenas y el espacio es suficiente para atender la demanda, el recinto donde los enfermos esperan por los resultados de las pruebas y por la decisión final de los médicos de urgencias ha demostrado ser excesivamente reducido para el número de pacientes que circulan por el servicio.
La idea es aprovechar el generoso espacio de la unidad de observación para atender a pacientes en espera de resultados, evitando así su presencia en los pasillos. Las camas de observación podrían reducirse en un tercio con lo que, según los cálculos del servicio, quedaría igualmente cubierta la demanda y, al mismo tiempo, se ganaría un espacio valiosísimo para ubicar casi una veintena de camillas.
Esta reestructuración permitirá que los pacientes aguarden en camillas, en espacios separados por cortinillas y con la posibilidad de que un familiar los acompañe en una silla. Hasta ahora, en los momentos de mayor saturación, la espera se hacía en camillas o sillas de ruedas, en el pasillo.