La historia del informático «heavy» que escribe leyendas de Galicia

YES

Marcos Míguez

Ni es un friki que no sale de casa, ni es un rockero que vive al límite. Este ingeniero informático coruñés toca la guitarra en un grupo de death metal y escribe libros sobre tradiciones gallegas. Abajo los clichés

16 abr 2024 . Actualizado a las 08:40 h.

Con el coruñés Álex Pernas Pan se rompen todos los estereotipos. Es ingeniero informático, tiene un grupo de death metal y lleva tres libros publicados sobre algo nada macabro ni oscuro tipo hardcore, sino sobre las auténticas leyendas de Galicia. Puestos a desmontar clichés, diríamos que no se pasa el día pegado al ordenador ni anclado en una silla gaming o tocando la gaita. Tampoco tiene melena ni adopta actitudes contraculturales. Le gustan la música ruidosa y la ropa oscura, sí, pero también las tradiciones gallegas más ancestrales. Si fuera un símbolo, sería antes un trisquel que una calavera. Álex es una mezcla entre Robert Plant y Bieito Romero de Luar na Lubre, mezclado con Bill Gates.

 «Estudei enxenaría de software e é o que fago profesionalmente», explica Álex. Otro tema son sus gustos musicales, que nunca han dejado de apuntar al rock pesado. «Sempre estiven tocando a guitarra en varios grupos, principalmente de metal», señala. Su actual banda se llama Oymyakon, pero anteriormente ha pertenecido a otras formaciones como TST, Ad Intra y Os Relámpagos de Nós. «Nos últimos anos empecei un pouco máis en serio co tema da escritura e xa publiquei tres libros ata agora». Se titulan Xarfas (2018), A Paga (2022) y su última obra literaria es De entre as tebras (2023), un libro de relatos que parte de los seres y lugares de la mitología de Galicia. Lo presentó hace poco en la sede de la Agrupación Cultural Alexandre Bóveda de A Coruña, así como en As Torres de Santa Cruz (Oleiros).

De momento ha tirado por la autoedición. Con su primer título estuvo barajando la opción de presentarlo a algún certamen literario o llamar a la puerta de las editoriales pero, finalmente, optó por sacarlos a la luz editándolos por su cuenta. Su segundo libro, que es un conjunto de relatos, «está publicado pero, orixinalmente, saíu como un folletín no xornal dixital adiante.gal, durante tres anos». Su primera incursión en el mundo de las letras fue una crítica social a modo de distopía en el sentido propio de la palabra, «como un mundo contrario ao que nos gustaría como seres humanos utópicos»: corrupción, desahucios, presión policial... Así se las gasta Álex escribiendo.

Su segunda obra como autor independiente giraba en torno a una hipotética sociedad en la que se establecía la renta básica universal, jugando a imaginar cómo sería esa vida, ese mundo, en caso de hacerse realidad. Fue con su tercer y último tomo editado, cuando este músico informático se metió de lleno a escribir sobre las diferentes y más antiguas leyendas de Galicia: «A Santa Compaña, as meigas, as mouras..., pero todo dende un punto de vista realista. Normalmente, este tipo de relatos fanse dende a fantasía. Eu céntrome máis nas experiencias das persoas que saen nesas lendas, nesas historias. Ademais, as personaxes falan nos diferentes galegos dialectais da zona onde acontece o relato». Eso sí, reconoce que, para este último libro, tuvo que documentarse bastante más que con los dos anteriores. 

ADEMÁS, PADRE PRIMERIZO

La cuestión es: ¿De dónde saca el tiempo este informático metalero y escritor para este polifacetismo cultural suyo, que tanto le lleva a un local de ensayo como a la biblioteca municipal del pueblo semana tras semana? «Esa é unha boa pregunta! De onde podo. Vou facendo pouco a pouco, nos tempos libres que teño e con calma», responde Álex Pernas. Además, «teño un neno que vai cumprir 3 anos e iso tamén fai que teña menos tempo», puntualiza el orgulloso padre primerizo.

En cuanto a su trayectoria con el grupo al que pertenece, Oymyakon, aunque la pesadilla del covid dio al traste con muchos de los conciertos que tenían programados, «agora parece que estamos volvendo a arrancar e esperamos ter de novo varias actuacións este ano», confiesa. Su estilo es una mezcla «entre el death metal con algún toque de groove», puntualiza.

Por más que lo suyo no sea precisamente el folk o la música tradicional, Pernas no ve demasiado contraste entre la música que toca y los mitos gallegos sobre los que escribe. «Ao final, as lendas e a música van moitas veces da man. No noso xénero está o power metal, por exemplo, cuxas letras poden versar sobre fantasías e lendas. Se cadra, non son os estilos que mais me gustan a min, pero é así. Temos a grandes da música metal que ás veces cantan sobre castelos e dragóns. O que eu escribo non ten absolutamente nada que ver con ese mundo de fantasía, non é algo tipo Tolkien, é algo mais realista. ‘Música tradi’ non a toco quizais porque nunca me xurdiu a oportunidade de unirme a un grupo dese estilo, pero tamén é un mundo que me gusta moito».

Otra de sus grandes pasiones ha sido la informática. «Sempre me gustou bastante chafallar con ordenadores. Cando chegou a hora de elixir a carreira, nesa época en que non tes moi claro a que te queres dedicar, actuei un pouco por inercia. Aventureime coa Enxeñaría Informática, porque era un tema que sempre me gustara e, a día de hoxe, ségueme gustando. É unha profesión coa que estou contento», afirma.

Si solo pudiese quedarse con una de sus tres facetas, —informático, músico o escritor—, «non sabería dicirche», dice Álex, titubeando en su respuesta. «Se cadra, a que menos sería a música. Ao non exercela de xeito profesional, tes algunha saída ao local de ensaio e xa. Pero claro, non sei como acabaría levando iso de vivir na estrada constantemente e o de estar máis tempo fóra da casa que dentro». Lo que más le completa intelectualmente en la actualidad son la lectura y la escritura. «Despois de varias etapas, podo dicir que si, volvín ser un ávido lector outra vez».

Y así termina la historia de este polifacético coruñés, al que nunca se le cuelan las memorias RAM y las IP del lenguaje informático en sus historias literarias porque sabe muy bien dónde empieza una cosa y dónde acaba la otra. «O único é que nun dos relatos de A Paga o protagonista é enxeñeiro de software, pero nada máis, tampouco se mestura moito. O estereotipo segue existindo. Hai xente así. Xente que pasa horas programando. Eu chego a casa e prefiro tocar a guitarra ou poñerme a escribir. Xa programei dabondo durante todo o día», concluye Álex Pernas.