José Luis Olazábal, entrenador de defensa personal: «Las llaves de casa son muy útiles para defenderse»

Javier Villaverde / M. V.

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E CUIÑA

El instructor de defensa personal busca la solvencia para salir airosos: «Hay que repetir las técnicas hasta que sean instintivas»

03 sep 2021 . Actualizado a las 09:00 h.

José Luis Olazábal es el presidente de la Federación Galega de Loita y lleva más de 25 años ejerciendo como entrenador de defensa personal en la Academia de Policía. Junto a la Secretaría Xeral de Igualdade, ha creado un programa de defensa personal dirigida a mujeres, que ya ha recorrido gran parte de Galicia durante los últimos cuatro años. Olazábal responde a las dudas sobre esta disciplina y aclara que todo el mundo puede adquirir estas habilidades, que buscan escapar del enfrentamiento: «No enseñas a combatir, sino a defenderte y evitar un problema».

—¿Hay algún perfil de usuarios que demanden clases de defensa personal?

—Perfil, ninguno. En defensa personal femenina hemos tenido a alumnas de 70 años hasta otras de 16 que venían acompañadas de sus madres. En los clubes hay gente de todas las edades y condiciones: empresarios, estudiantes, trabajadores... Es gente que busca un sistema de hacer una actividad deportiva y poder darle un uso personal.

—¿Ha aumentado el interés en la disciplina?

—Sobre todo en el ámbito de la mujer hemos visto un incremento exponencial. Se estaba haciendo algo en clubs y gimnasios, pero no específico, por lo que elaboramos un proyecto hace años y, debido al incremento de violencia con las mujeres, se lo planteamos a la Secretaría Xeral de Igualdade. A raíz de eso, llevamos cuatro años haciendo cursos en ayuntamientos. Además, también hay clubs de defensa personal.

—¿Qué herramientas se enseñan en las clases?

—Aquí utilizamos los medios que puedes tener: las llaves, el móvil, un mechero… Cualquier cosa que lleves habitualmente. El 90 % es práctica, pero también hay una parte teórica. Una está dirigida a determinados colectivos, que vale para todos, pero en los cursos de mujeres se hace hincapié en una serie de pautas para evitar peligros.

—¿Cuáles son los límites de la autodefensa?

—Es un método de defensa, que no de ataque. Nosotros no enseñamos a pegar, sino a defenderte y marchar. Tampoco generamos falsas expectativas. Una técnica te puede salir en un momento determinado y en otro no, pero buscamos generar ese espacio suficiente, en caso de que te pase algo, para evitarlo, escapar o pedir ayuda. No enseñas a combatir, sino a defenderte y evitar un problema. Los límites, los establece la ley. Para evitar un daño, no puedes provocar otro mayor.

—¿Es importante complementar estas habilidades con una gestión psicológica adecuada?

—A la hora de enfrentarte a un problema, es fundamental la actitud. Si ante una agresión te quedas bloqueado, no te va a salir nada; te vas a quedar parado y, cuando te quieras dar cuenta, ya estás en el problema. Todo esto es repetir, que te salga de forma instintiva y no tengas que pensar lo que tienes que hacer, que si te agarran, sepas soltarte automáticamente con una serie de gestos.

—¿Son los objetos de defensa un buen complemento?

—Hay espráis que están permitidos por la ley para mayores de 18 años. Nosotros enseñamos qué útiles pueden llevar. Hay unas alarmas de llavero y pequeñas herramientas, como usar las llaves de casa, un útil maravilloso. Como complemento es bueno todo, pero hasta para usar el spray hay que tener una cierta formación, no vaya a ser que al final termines echándotelo a ti.

— ¿Es necesaria alguna preparación previa para comenzar?

—No es un requisito, porque la técnica la limitas mucho y vas solo a lo esencial y para lo que está prevista, que es para defender, no para enfrentar.

—¿Influye la condición física a la hora de defenderse?

—Si físicamente ya estás bien, tienes una parte ganada, pero no se requieren unas cualidades físicas, por eso las técnicas se pulen mucho, se limitan a lo básico y a repetirlo. Cuando vas practicando, vas mejorando tu coordinación, pero para empezar, no es necesario. Está hecho para todo el mundo.