Los chicos

Fernanda Tabarés DIRECTORA DE VOZ AUDIOVISUAL

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George Clooney en una escena de la película Cielo de medianoche
George Clooney en una escena de la película Cielo de medianoche Philippe Antonello

02 ene 2021 . Actualizado a las 15:11 h.

Con su carrera cinematográfica esculpida en prestigio y una madurez solitaria que superaba el medio siglo, el actor George Clooney convocó en el 27 de septiembre del año 2013 a sus 14 mejores amigos a una cena. Los sentó a la mesa y les indicó que a los pies de sus sillas tenía cada uno una bolsa de deportes. «No podría estar donde estoy hoy sin vosotros», les confesó. «Quiero que sepáis cuánto habéis significado y cuánto significáis en mi vida», añadió. «Abrid las bolsas», concluyó.

Clooney pensó que aquella era la mejor manera de devolver a sus catorce amigos las cosas que habían hecho por él en los años anteriores, el soporte espiritual que le habían dispensado, las casas que le habían dejado, la pasta que habían compartido o los teléfonos que siempre contestaban. Unos vínculos que los habían convertido en Los chicos, un grupo sólido y lleno de certezas de amor que se había acompañado en las últimas décadas con la firmeza inquebrantable de la buena amistad.

Clooney acababa de estrenar Gravity, una apuesta arriesgada en la que nadie confiaba demasiado y por la que cobró mucho menos de su habitual caché. Pero la película resultó un pelotazo y el actor ingresó un dineral por su participación en la taquilla. Una fortuna que decidió repartir entre sus catorce amigos, a cada uno de los cuales le regaló aquella noche un millón de euros.

Recordé el gesto de George Clooney esos días con el debate entre convivientes y allegados, burbujas familiares y seres queridos. Pandemia también ha intentado diluir la importancia fundamental de la amistad, como si fuese una categoría inferior a la familia. Según las leyes de Todo Esto, quienes viven solos han tenido que consumir muchos de estos meses de encierro sin más contacto que el del carnicero. Como si los amigos no fuesen para muchos el auténtico soporte vital, el sustento que a veces la sangre no da. Aunque no se tengan los millones de Clooney.