Esto les pasó a Sandra y Jose a los que podéis ver en la foto (página siguiente) con los pies en la arena ¡y en el cielo! Volando alto. «Nosotros vivíamos en Coruña pero nos mudamos a Sanxenxo y no podemos estar mejor», cuenta Sandra, a lo que Jose asiente sonriendo. «Como en casa en ningún sitio, pero hay lugares que te marcan y dejan huella». El paisaje que les rodea, el entorno de la playa de A Lanzada, hace que sintamos más rápido que deprisa que en su corazón este arenal de premio tiene un sitio especial... ¡kilométrico! «Aquí no te aburres, el hecho de que dé a mar abierto la hace perfecta para la práctica de deportes acuáticos. Hay dos escuelas en las que puedes hacer surf, paddle surf, ir en kayak y practicar buceo», comenta Sandra. Y olvídate, las preocupaciones se quedan a un lado. Para aparcar no necesitamos hacer rompecabezas. «Nada más llegas tienes un párking enorme y casi nunca problemas para encontrar sitio. El primer chiringuito que se ve nada más sales del párking abre de noche. Tiene muy buen rollo», cuenta Jose, que además deja claro que para cerrar la jornada playera hay que irse con buen cuerpo. Y, claro, pide salsa. Esa que se consigue con una buena compañía, una cervecita y esas vistas al mar.
A POR LAS OLAS
Nuestro recorrido costero vuelve a marcar rumbo al Norte. No te bajes de estas letras, que nos vamos a la zona de Ferrol. La playa de Doniños es una de las grandes joyas no solo en la época estival. Muchos gallegos de diferentes puntos de la comunidad relacionan directamente este arenal con el mundo surfer. No van muy desencaminados, pues uno de los extremos del arenal, Outeiro, está especialmente concurrido por quienes practican este deporte acuático y hay varias escuelas de surf donde uno puede iniciarse en esta práctica o perfeccionar su técnica.