Enamoró a miles de adolescentes con la voz de Patrick Swayze en «Dirty Dancing» y disfrutó como un niño dándosela a Buzz Lightyear. Asegura que agradece cuando alguien le llama por su nombre, porque sinceramente Cuesta.
19 sep 2015 . Actualizado a las 05:30 h.Le has dado voz a Patrick Swayze. ¿Es más difícil doblar o interpretar?
Para doblar también hay que interpretar. Tienes que transmitir alegría, terror, amor, preocupación... Cuando doblé a Patrick Swayze no confiaba nada en el éxito de la película. Para mí pasó sin pena ni gloria y reventó la taquilla. El éxito de una cinta como Dirty Dancing da currículo, pero he trabajado en películas de serie B que me han aportado mucho más como actor.
¡Has sido Buzz Lightyear!
Sí, doblé al inolvidable muñeco de Toy Story y su popular Hasta el infinito y más allá. He hecho mucha animación y es muy enriquecedor. Los personajes animados que se hacen ahora tienen mucha humanidad y un interior brutal.
Y por la calle, ¿te llaman Juan Cuesta o Enrique Pastor?
Pues, a lo largo de estos años he vivido todo tipo de situaciones. La gente más joven que ha crecido riéndose conmigo me saluda por la calle por mi nombre, y es agradable. Para otras personas sigo siendo Enrique Pastor, concejal de Juventud y Tiempo libre. El éxito, sobre todo el de Aquí no hay quien viva y después de La que se avecina, lo vivimos con mucha alegría y satisfacción, pero la popularidad que nos dio esta serie nos desbordó un poco a todos.
¿Te gusta verte en televisión?
No. A veces, veo los capítulos nuevos, pero nunca aguanto hasta el final. Ni me llama la atención ni hago el esfuerzo por verme. Soy muy crítico con mi trabajo y siempre pienso que podría haberlo hecho de otra manera, mejor o peor, no sé.
¿De dónde te viene esa pasión por la interpretación?
Llegué por casualidad, gracias a mi hermana mayor, que era la que me llevaba a las convocatorias que entonces se anunciaban en los periódicos, y en las que se solicitaban niños para hacer adaptaciones de grandes clásicos en televisión. A mí casi siempre me cogían, porque era bastante espabilado pese a mi timidez.
¿Has contagiado a alguno de tus hijos el gusanillo de la interpretación?
Mi hija Marta, la pequeña, hizo sus pinitos en doblaje, sobre todo por curiosidad. Mi hijo mayor es ingeniero informático y la otra trabaja en el sector de la publicidad. Mi nieta de 8 años todavía es pequeña, veremos cuando crezca si le engancha de verdad el oficio.
¿Y cuándo no trabajas?
Me gusta estar en casa tranquilo sin hacer nada, sin horarios ni obligaciones para escribir, tocar la guitarra, pasear, ver alguna película y escuchar música. Y la televisión solo la enciendo para ver deporte.