Son numerosos y variados los templos que presentan una sola torre centrada en su eje
25 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La arquitectura religiosa cristiana acumuló a lo largo de los casi dos mil últimos años muchas variantes tipológicas. Dentro de los mismos estilos clásicos se encuentran múltiples variaciones atendiendo a los distintos elementos que la componen. En esta ocasión, serán las torres-campanario las que marquen el itinerario para conocer elementos patrimoniales en el sur de la provincia de Pontevedra. Y más concretamente, en esta ocasión, marcarán el rumbo, las torres-campanario centradas, es decir, las que se sitúan en la imaginaria línea longitudinal que establece el eje de la fachada. Las torres eclesiásticas no solo cumplen una función arquitectónica, también actúan sobre el creyente como una referencia espiritual.
Y las hay de muy diferente diseño y factura, aunque una de las más espectaculares que se pueden contemplar en el área de influencia de Vigo es la que corona la fachada de San Salvador de Coiro, en Cangas. Es un templo de 1784 realizado por los canteros tudenses Novas, siguiendo la escuela compostela del barroco de placas. En su fachada se eleva una desproporcionada torre, que presenta el espacio vacío que ocupó en el pasado un escudo con corona. El cuerpo superior está rodeado por una balaustrada
En el mismo municipio está la iglesia de San Cibrán de Aldán, de finales del siglo XIX y con un estilo ecléctico. Su torre está conformada por dos cuerpos cuadrangulares superpuestos, abalaustrado el más bajo. Está rematada por una pequeña cúpula.
Muy distinta es la solución empleada en San Pedro de Angoares, en Ponteareas. Aunque la iglesia tiene sus orígenes en el siglo XII, la torre campanario fue levantada en el siglo XIX, en el mismo momento en que fue ampliada la nave principal. Esa ampliación desfiguró el aspecto original del conjunto, aunque le dio un aspecto muy singular. Sin salir de Ponteareas, en el nucleo urbano se levanta la iglesia de San Miguel, construida a finales del siglo XIX por el arquitecto Faustino Flórez Llamas. Su torre campanario es muy singular debido a que tiene una estructura octogonal.
En Santa Cristina de A Ramallosa, en Baiona, el arquitecto vigués José Franco Montes se dejó influenciar, en la segunda década del siglo pasado, por el estilo ecléctico francés y optó por el neogótico para levantar la torre apuntada del campanario.
San Benito de Gondomar guarda una línea similar a las dos anteriores iglesias, no en vano es de un período similar.
A veces, las torres se conforman por varios cuerpos superpuestos, como es el caso de San Paio de Moscoso, en Pazos de Borbén. Aquí, el arquitecto optó, en la segunda mitad del siglo XIX, por el estilo neoclásico y conformó el campanario con tres cuerpos. Originariamente, tenía una espadaña, que fue sustituida por una elegante torre. También tiene tres cuerpos la torre centrada de San Lourenzo de Fornelos de Montes, el primero de ellos, rodeado por una balaustrada. Es una iglesia de 1734
San Martiño de Ventosela, en Redondela, solo tiene dos cuerpos en su torre, pero está coronada por cúpula cóncava.
En Vigo también hay ejemplos muy llamativos de torres campanario centradas, como es el caso de San Pedro de Matamá. Es de finales del siglo XVIII y destaca por su desproporcionada y llamativa torre. Es de dos cuerpos y tiene la singularidad de poseer fragmentos cerámicos vidriados de colores. Dentro de Vigo también destaca en la tipología de iglesias con una sola torre campanario centrada Santo Estevo de Beade, construida a finales del siglo XVII. Su campanario es abalaustrado y tiene arcos de medio punto. Muy distinta a ambas es la iglesia de Nosa Señora do Carme, en Vigo. Fue construida por Antonio Cominges en 1951. La torre soporta las 25 toneladas de la imagen de la Virgen que realizó Raúl Comesaña.
Una de las torres más desproporcionadas respecto al cuerpo principal del templo es Santiago de Parada de Achas, en A Cañiza. Se trata de una torre de grandes proporciones. El basamento de la torre ya es mucho más grande que la nave de la iglesias y, por encima del mismo, todavía se aúpan otros dos cuerpos cuadrangulares. Algo similar ocurre en San Roque de Salcidos, en A Guarda. Fue construida en la segunda década del siglo XX. Tiene un reloj, con salida a los cuatro lados de la torre.
Otro caso de gran verticalidad es la capilla de San Miguel de Cabreira, en Salvaterra de Miño. La propia fachada es estrecha, lo que aumenta la sensación de altura. El campanario es cuadrangular y, sobre él, se sitúa un cuerpo octogonal, con veleta y para pararrayos. Sin salir de Salvaterra se encuentra San Salvador de Leirado, otro ejemplo de campanario de gran verticalidad debido a la sucesión de tres cuerpos en altura. Fue reformada a finales del siglo XIX, en cuyas obras participó el cantero José Cerviño.
San Martiño de Tameiga, en Mos, también destaca por su verticalidad. Su torre tiene dos cuerpos de buenas dimensiones.
Y el listado podría alargarse todavía más, con ejemplos importantes, como San Vicente de Mañufe, en Gondomar; San Salvador de Torneiros, en O Porriño; Santa María do Campo, en Covelo; o San Andrés de Cedeira, en Redondela. O también se podrían añadir iglesias con campanarios más reducidos.