Dos años de cárcel por rajar la cara con una botella rota a un conocido en Vigo: «Le tengo cariño y él lo sabe»

E. V. Pita VIGO

VIGO CIUDAD

Pita

El implicado dudó hasta el último momento en firmar el acuerdo: «No soy culpable, acepto por miedo a que me caigan más años»

24 ene 2024 . Actualizado a las 11:53 h.

El acusado G.Q. ha aceptado dos años de cárcel y el pago de 6.600 euros por rajar la cara a un conocido suyo con una botella rota en una pelea en Vigo y su área. Le dejó la cicatriz de una L invertida en la mejilla. La vista de conformidad se ha celebrado esta mañana en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo y en la sala, el implicado se dirigió a su víctima, sentada en el mismo banquillo: «En el fondo le tengo cariño y él lo sabe». El otro acusado y víctima, F.J.B., aceptó una multa de 150 euros por lesiones leves.

Para prevenir incidentes, dos policías nacionales vigilaron en los pasillos para que ambos acusados estuviesen alejados entre sí y no se peleasen antes de entrar en la sala.

El principal acusado, G.Q., mostró numerosas dudas en los pasillos para firmar el acuerdo porque sugería que el perjudicado se «había caído por las escaleras» y que la víctima lo quiso agredir con un martillo, por lo que él lo tuvo que inmovilizar para no tener que golpearle más, ya que era una persona a la que apreciaba. Apeló a la «bondad» del agredido para salvarle de ingresar en prisión pero los abogados le explicaron que todo dependía del fiscal.

Una vez dentro de la sala, el acusado volvió a dudar sobre si prestaba su conformidad al acuerdo y explicó al tribunal: «La reyerta ocurrió en la puerta de mi casa, no en una discoteca. Jamás he agredido a nadie, tengo una discapacidad del 67 %, quiero dejar constancia de que no me declaro culpable de lo que me acusan pero lo acepto porque tengo miedo de que me caigan más años. Él me quiso pegar con un martillo y se rompió la botella». 

También rogó que le suspendiesen la pena o se le dejasen cumplir en un centro médico por su discapacidad mental, algo que tendrá que estudiar la Audiencia cuando se ejecute la sentencia, aunque los magistrados le avisaron de que tiene antecedentes penales y será más complicarlo derivarlo a un centro.

Ante la actitud dubitativa del acusado, el tribunal le ofreció la posibilidad de cancelar el acuerdo e ir a juicio aunque le advirtió de que se arriesgaba a ser condenado a cuatro años y medio de cárcel, el doble de lo que le impondrían con el pacto, o podría ser absuelto.

Finalmente, el implicado aceptó los hechos reflejados en el escrito de la Fiscalía y de declaró culpable de un delito de lesiones con instrumento peligroso. En la tarde del 24 de marzo del 2022 se produjo un encuentro en un edificio entre los dos acusados, discutieron y se agredieron. Uno de ellos, F.J.B., golpeó por el cuerpo al otro, G.Q., y este último le agredió con una botella rota y le rajó la cara. Sufrió heridas incisas en la cara que llegaron a infectarse y le quedó una herida de un centímetro en el canto exterior del ojo izquierdo y una herida en forma de L invertida en la mejilla, que le dejó cicatriz. Requirió una operación quirúrgica. La Fiscalía exigía 210 euros por la curación, otros 600 en concepto de intervención quirúrgica menor y 5.800 por las secuelas por el perjuicio estético.

Como pena inicial, la Fiscalía de Vigo pedía para uno de ellos cuatro años y medio de prisión por el delito de lesiones y para el otro una multa de 810 euros.