Varios deportistas top, incluido el último campeón del Mundo, tienen su ficha con el club Famu
26 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Algo debe de estar haciendo muy bien el Famu de Vigo cuando en el último año hasta cuatro de los más prometedores yudocas de España han apostado por integrarse en su disciplina. Uno de ellos es Nikoloz Sherazadishvili, un georgiano nacionalizado español que el lunes se convirtió en campeón del mundo en -90 kilos. Todo un hito de la disciplina que celebran en Vigo y en la Federación Gallega, que tiene a día de hoy hasta 400 licencias de deportistas que provienen de fuera de la comunidad.
Nikoloz, la olímpica María Bernabéu, Francisco Garrigós, Sara Rodríguez y Laura Martínez son la punta de lanza del Famu. Todos ellos compiten en el concierto internacional formando parte del club vigués, aunque continúan entrenando en sus respectivos lugares de origen. «Esto no es como el fútbol, aquí no se ficha a nadie», explica Mario Muzas, máximo responsable del Famu y de la Federación Galega. «Hay una inercia desde hace una década por la que yudocas de distintas federaciones o sus entrenadores deciden venir a Galicia porque les gusta la forma de trabajar de la Federación, el cuerpo técnico y el ambiente. La mayoría de ellos incluso vienen perdiendo subvenciones que tenían en sus lugares de partida», detalla.
Nikoloz, Garrigós, Sara y Laura se incorporaron al Famu en el último año. «Niko este año ha sido bronce europeo sénior absoluto y ahora campeón del mundo absoluto; Francisco este año fue noveno en el Mundial y séptimo en el Europeo, además ha sido campeón del mundo júnior, tiene una gran progresión y es un firme candidato a ir a las Olimpiadas. Sara es una chica joven que ha destacado en Europeos y campeonatos júnior, fue novena en el Mundial y va a ser su sustituta natural en el peso de María Bernabéu. Laura Martínez es una chiquita joven que acaba de quedar campeona de Europa júnior y que ya tiene un Mundial júnior», les describe Muzas.
El entrenador Joaquín Rodríguez, Quino, es el eslabón que une al Famu y a varios de sus deportistas de fuera. Hace tiempo puso en marcha en Brunete un centro de entrenamiento similar a un espacio de alto rendimiento en el que trabajan algunos de los mejores yudocas de España. Quino es amigo desde hace años de Mario y formó parte a principios de los años noventa del Famu. Intercambiar conocimientos y entrenamientos era habitual, y los deportistas conocían bien cómo funciona la Federación Galega y el club vigués. «Así que cuando ellos decidieron cambiar de Federación, tenían claro que querían venir a Galicia, y dentro de Galicia al club donde están sus amigos y donde ya se hacían intercambios de entrenamientos», explica Muzas.
Sin euros de por medio
¿Qué supone que esos deportistas top formen parte del Famu? A nivel monetario, nada. «El cambio más importante es que sacan la licencia por Galicia y la representan, y luego está el intercambio de entrenamientos», describe el responsable del club vigués. «Realmente incluso a nosotros nos sorprende que se vengan con nosotros. Les damos cariño, atención y todo el apoyo que necesitan, y es un orgullo que confíen en nosotros», celebra.
La yudoca olímpica María Bernabéu abrió el camino
Nikoloz, Garrigós, Sara y Laura se han sumado este año al Famu siguiendo el camino que hace más de un lustro inauguró María Bernabéu. «Cuando ellos deciden venir a Galicia por estar mejor, más a gusto, ya conocen el ejemplo de María Bernabéu, que en los seis años que lleva con nosotros ha logrado dos medallas mundiales y un diploma olímpico. Ellos entienden que ha conseguido sus mejores resultados desde que está aquí», explica Mario Muzas, y eso también es un punto a favor del club vigués y del yudo gallego.
En el caso de María, Muzas recuerda que la federación a la que pertenecía intentó retenerla y en Valencia podía optar a ayudas muy jugosas. Sin embargo, prefirió enrolarse en el Famu y en Galicia. Ahora, al igual que Bernabéu, otros deportistas de élite tienen su ficha con el club vigués, que, de alguna manera, también se cuela en el Olimpo.