Puerto y Concello se desentienden también del botellón en As Avenidas

María Jesús fuente, e. v. p. VIGO / LA VOZVIGO / LA VOZ

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«Si la Autoridad Portuaria pide ayuda, estaremos encantados de ofrecérsela», dice el alcalde. López Veiga alega que se necesita a la policía para erradicarlo

25 sep 2018 . Actualizado a las 20:49 h.

 

Las protestas de vecinos y hosteleros por el aumento del botellón en el paseo de As Avenidas y la Alameda, coincidiendo con el inicio del curso, ponen en evidencia el desinterés de las administraciones por afrontar las patatas calientes. Ni Puerto ni Concello se ponen de acuerdo para resolver el problema en una zona en la que, como puso de manifiesto el accidente de O Marisquiño, no acaban de aclarar hasta dónde llegan sus competencias.

La Autoridad Portuaria de Vigo insiste en que actuar contra el botellón es algo que no depende solo de ese organismo. «En la zona comprendida desde el Nadador hasta la estación marítima está prácticamente erradicado, pero en As Avenidas no podemos hacer nada sin el apoyo de la policía», sostiene. Recuerda que en su día la comisaría de Vigo le pidió tiempo para estudiar el tema. Entonces, en noviembre del pasado año, la situación de las fuerzas de seguridad no era la más boyante por el traslado de policías a Cataluña. Desde el Puerto insisten en que es necesario contar con ese apoyo para cumplir la promesa de hace casi dos años de anunciar con carteles la prohibición e imponer multas de hasta 60.000 euros. 

Desde la Policía Nacional apuntaban ayer que el tema depende más de la Policía Local al tratarse de un asunto de orden público, aunque están dispuestos a colaborar, como ya lo hacen.

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, dice tenerlo claro: «Si el Puerto pide ayuda, estaremos encantados de ofrecérsela». El botellón, señaló, es un fenómeno complejo que tiene que tratarse conociéndolo. «Nosotros tenemos cierta experiencia, fuimos capaces de ir erradicándolo de algunos sitios y, sobre todo, haciendo que la cultura del botellón mitigue su popularidad, que es parte de la cuestión, y de ningún modo que los menores puedan estar consumiendo alcohol. Si se hace en zona portuaria y el Puerto solicita cooperación, lo haremos encantados».

Como ocurrió con O Marisquiño, de nuevo el quid de la cuestión está en saber de quién es la responsabilidad al celebrarse parte en terreno portuario y al mismo tiempo tratarse de un problema de orden público. La confusión viene de lejos. Ya en el 2006, siendo Caballero presidente del Puerto, le escribió una carta a la entonces alcaldesa Corina Porro en la que indicaba: «En mi opinión, el control de estas alteraciones de orden público en la Praza da Estrela es un caso claro de competencia de la Policía Local que, en su caso, podría solicitar la colaboración de la nacional, ya que la policía portuaria no forma parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado». Se refería Caballero a un botellón que se iba a celebrar en la noche del 11 de marzo de ese año.

Mientras las competencias no se resuelven, vecinos y hosteleros denuncian la masiva presencia de menores bebiendo alcohol y advierten que hasta que no pase algo grave no se tomará en serio.

Cuando no ha existido conflicto entre administraciones, el problema se ha resuelto con agilidad. Sucedió en la calle Joaquín Loriga. El gobierno local logró erradicar el botellón de ese espacio en el 2009 y posteriormente extendió la medida a la plaza de O Berbés. Aquel año también se aprobó una ordenanza reguladora de la convivencia ciudadana y ocio. Para su cumplimiento se colocaron carteles en las calles afectadas. El Concello los acaba de limpiar debido a su deterioro.

Año y medio de cárcel por atracar con una botella a dos jóvenes en la Praza da Estrela

El acusado J.A.G.T. aceptó ayer año y medio de cárcel por un robo con violencia con instrumento peligroso a dos jóvenes que estaban a las tres de la madrugada en la Praza da Estrela, el sábado 27 de mayo del 2017. El implicado, acompañado de dos desconocidos, pidió un pitillo y dinero a una víctima mientras el amigo hablaba por teléfono móvil. El acusado le tiró el celular de un manotazo y exhibieron botellas de cristal mientras decían: «Te vamos a abrir la cabeza». Le arrebataron el móvil y huyeron.

La vista por conformidad se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo. La Fiscalía pedía inicialmente casi 5 años de prisión pero se lo dejó en 18 meses por tratarse de un hecho de menor entidad. El implicado pagará 134 euros al dueño del teléfono. Al carecer de antecedentes, la jueza suspendió su ingreso en prisión a cambio de que no delinca durante 3 años.