A sus 52 años, el contralmirante Eugenio Díaz del Río Jáudenes, de Vigo, es el máximo mando en la operación Ocean Shield, encargada de luchar contra la piratería en el océano Índico, mar Rojo y mar de Arabia. El contralmirante y su Estado Mayor dirigen a los barcos desplegados desde la fragata Álvaro de Bazán.
-Desde muy pequeño tuve una gran afición a todo lo relacionado con el mar y me apasionaban las películas de barcos de guerra. Fue una vocación temprana y que todavía conservo. Hace unos días estuve a bordo del portaviones norteamericano Harry Truman y es algo que impresiona.
-¿Lleva mucho tiempo fuera de casa?
-Salí el 7 de junio del 2013 y no volveré hasta julio. Las largas jornadas, la prolongada permanencia en la mar y la separación familiar es lo más duro. Tengo cinco hijos a los que echo mucho de menos, y a mi mujer ya se puede imaginar. Todos lo entendemos y nos sentimos orgullosos.
-Ese sacrificio tendrá compensaciones.
-Pues como todo en la vida, la satisfacción del deber cumplido, el saber que el sacrificio es por una causa noble. También la relación humana con las personas con las que convives de forma tan intensa. Además, tengo la responsabilidad de velar por las dotaciones de las unidades bajo mi dependencia, más de 1.200 hombres y mujeres.
-¿Es peligroso?
-Yo distinguiría varios tipos. Uno es el que supone tener que combatir a los piratas. Cada vez que se registra un barco de piratas o se realiza una persecución para detenerlos, estos van armados y emplean bien sus armas. Otro peligro importante es el inherente a toda operación militar. Aquí se manejan unidades de muy alta tecnología en cualquier tipo de situación meteorológica y que requieren una alta preparación.
eugenio díaz del río contralmirante