Una exposición recoge la historia del puente internacional que salva el río Miño
29 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El Concello de Tui conmemora con una exposición el 135 aniversario del viejo Puente Internacional Tui-Valença. La muestra aporta información sobre esta histórica infraestructura que supuso un antes y un después en las comunicaciones, no solo entre Tui y Valença, sino entre Galicia y Portugal.
La exposición, que recupera material de una anterior exposición, realiza un recorrido por el proceso de diseño y construcción del puente sobre el río Miño. También se muestra una maqueta de la infraestructura, uniendo las dos ciudades. Se podrá visitarse hasta el 4 de abril, en la Sala de Exposiciones Municipal, en el Área Panorámico.
El 25 de marzo de 1886 tuvo lugar el solemne acto de inauguración oficial del puente, con un acto que consistió en el encuentro de las locomotoras Valença y Alfonso XII, reuniendo, según las crónicas periodísticas de la época, a cerca de 20.000 personas en ambas riberas del río Miño.
Esta singular obra fue diseñada por el ingeniero español Pelayo Mancebo Agreda, combinando los pilares graníticos, procedentes de las canteras de Guillarei, con la celosía metálica que define la estructura de esta singular obra, realizada por la empresa belga, con presencia en Portugal, Braine la Compte.
En la exposición se hace una aproximación al proceso de acuerdo entre los gobiernos de España y Portugal, al diseño por Pelayo Mancebo, al proceso de construcción dirigido por los ingenieros Eugène Rolin y su hermano Ernest, que enseguida fue sustituido por Auguste Cazaux, junto al ingeniero inspector, el gallego Andrés Castro Teijeiro.
El puente metálico sobre el río Miño, integrado por cinco tramos de hierro que alcanza una luz de 330 metros, es uno de los ejemplos singulares del patrimonio industrial de Galicia. Pero este puente posee también un alto valor simbólico como imagen de las relaciones entre Galicia y Portugal, al tiempo que expresa la entrañable unión de Valença y Tui que, gracias a la comunicación que posibilita, convierte a estas dos ciudades miñotas en un único espacio ciudadano, con una continuidad urbana que resulta un ejemplo único en toda la frontera hispano-lusa.