Una mujer evita en Arcade que su pareja mate a su hijo de un disparo

SOUTOMAIOR

DANIEL PORTELA

La jueza decretó ayer el ingreso en prisión del hombre por intento de asesinato

04 sep 2017 . Actualizado a las 23:37 h.

Intentó acabar con la vida de un joven de 27 años de edad, pero la madre de este se lanzó contra el agresor y con un golpe en el brazo logró desviar la trayectoria de la bala. El Juzgado de Instrucción número 2 de Redondela decretó ayer el ingreso en prisión de Fernando C. M. S., de 67 años, por la comisión de un presunto delito de asesinato en grado de tentativa, amenazas, violencia en el ámbito familiar y tenencia ilícita de armas.

Los hechos sucedieron en un domicilio de Arcade sobre las nueve y media de la noche del domingo. Tras una discusión familiar, el hombre se dirigió a su habitación y cogió un arma que tenía escondida. Apuntó contra el hijo de su pareja sentimental y efectuó dos disparos. Al hacer el primero, el proyectil se quedó encasquillado y, en el segundo, recibió un golpe in extremis en el brazo por parte de la mujer, que logró así salvar la vida de su hijo. De esta forma, evitó un fatal desenlace. El arma había sido cargada previamente con cinco cartuchos en el tambor.

Varias patrullas de la Guardia Civil acudieron al piso ubicado en el número 11 de la calle José Solla poco después de recibir una llamada de auxilio. La mujer y su hijo habían logrado escapar saliendo a la calle y pidieron ayuda. La intervención policial causó una gran expectación entre los vecinos de la zona.

Los agentes establecieron un perímetro de seguridad en la calle y no dejaron que ninguno de los residentes entrara o saliera del inmueble. El hombre se atrincheró dentro del piso poco después de efectuar los disparos. En un primer momento se negaba a abandonar la vivienda, pero posteriormente accedió a hablar con los guardias por el telefonillo y acabó entregándose.

El detenido pasó la noche en los calabozos y este lunes por la mañana fue conducido de nuevo al domicilio, donde los miembros de la Guardia Civil practicaron un registro en su presencia con la correspondiente autorización judicial.

Los agentes encontraron el arma con la que había intentado cometer el asesinato. Al parecer, apareció en una ventana. Se trata de un revólver de calibre nueve milímetros que supuestamente obtuvo en el mercado ilícito. El acusado carece de permiso de armas. A última hora de la mañana fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Redondela. Fue conducido en un furgón de la Guardia Civil y entró esposado pasada la una y media del mediodía. Allí fue asistido por un abogado.

El hombre se negó a prestar declaración y se opuso a la petición de prisión preventiva que propuso la representante del ministerio público. Pero la jueza acordó su ingreso en prisión preventiva comunicada y sin fianza después de escuchar la versión de las víctimas. También dictó una orden de alejamiento y una prohibición de comunicarse tanto con la madre como con el hijo. Pasadas las cuatro de la tarde, fue trasladado del edificio judicial a la prisión de A Lama.

No ha trascendido el motivo de la discusión familiar, aunque fuentes cercanas manifestaron que se trataba de una cuestión «incoherente».

Sin denuncias previas

Según informaron fuentes cercanas a la investigación, no existían denuncias previas a los hechos que ocurrieron la noche del domingo. Ni la mujer ni el hijo sabían que el agresor guardaba un arma dentro de la vivienda. Nunca la habían visto y, por ese motivo, su sorpresa fue mayúscula cuando se presentó ante ellos empuñando el revólver.

No se esperaba que actuara de esa forma. El detenido tiene problemas con el alcohol, pero se desconoce si en el momento de los hechos tenía sus capacidades mermadas. Fuentes cercanas a la investigación manifestaron que no se le practicó ninguna prueba de alcoholemia ni ningún test de drogas para determinar este extremo en el momento de los hechos. El detenido tampoco dijo nada que le pudiera exculpar cuando estuvo ante la magistrada.

Un hombre que decía ser comandante retirado pero nunca trabajó en el Ejército

Fernando C. M. S. había engañado a su pareja hasta tal punto que esta pensaba que era un comandante del Ejército retirado. El hombre presumía de haber sido legionario, pero su identidad no figura en las bases de datos del Ministerio de Defensa, apuntaron personas próximas a la investigación.

Los hechos delictivos se cometieron en el domicilio de Arcade que la mujer alquilaba desde hace un tiempo, aunque no siempre vivió allí. Anteriormente había residido en el municipio de Moaña, pero volvió a mudarse al piso de esta parroquia del concello de Soutomaior. Aquí tenían más espacio para vivir cómodamente los tres y, de esta forma, la convivencia podría ser más fácil. La pareja apenas llevaba un mes de convivencia. Ella es brasileña y trabaja dentro del sector de la hostelería, mientras que su hijo, fruto de una anterior relación, es estudiante.

Estupor vecinal

Los vecinos no daban crédito a lo sucedido. Nadie lo esperaba ante la ausencia de episodios anteriores de violencia. Al percatarse del fuerte dispositivo de la Guardia Civil, muchos pensaban que podría tratarse de un robo a la sucursal bancaria que existe en la misma avenida. «Tenían cortada la calle y no dejaban entrar ni salir a nadie de los edificios. Decían que había una persona que estaba atrincherada con un arma», manifestó ayer una vecina.

«Había coches de la Guardia Civil. Acordonaron la zona y no dejaban pasar a nadie. Un amigo que vive enfrente bajó al portal y ya lo mandaron para casa. No podíamos salir a la calle». Así describía también la situación otro de los vecinos de Arcade, que fue testigo del despliegue de los agentes.