Cristian Mota se adentra en el ciclismo profesional en Portugal

M. V. F. VIGO

PONTEAREAS

CEDIDA

El corredor ponteareano ficha por el Miranda Mortagua luso

09 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El caso del ciclista Cristian Mota (Ponteareas, 1996) es uno de esos en los que la oportunidad esperada llega cuando estás a punto de tirar la toalla. Después de verse el pasado invierno «desmotivado y pensando que no había futuro», su situación ha dado un vuelco tras la buena temporada pasada que firmó y que dio lugar a la llamada del Miranda Mortagua. En este equipo luso tendrá su primera experiencia como profesional.

«Me llamó el director deportivo del club diciéndome que me había visto en algunas carreras y que estaba interesado en contar conmigo», recuerda el ponteareano. Se tomó un día para pensárselo, pero reconoce que para sus adentros la respuesta estaba clara desde el primer momento. «Tenía que ver si me compensaba, pero en realidad no tenía dudas, sabía que sí, que era lo que llevaba tanto tiempo esperando», analiza.

Antes de recibir esa llamada, Cristian estaba a la expectativa, esperanzado de que apareciera algo, pero sin obsesionarse y con plan B. «Hubiera seguido, pero de una manera más relajada, calculando bien, marcándome unos objetivos concretos», revela. Ya no se sentía con fuerzas para una temporada completa a pleno rendimiento y con exigencia máxima como la anterior, pero ahora todo ha cambiado. «La motivación que te da saber que vas a estar en un equipo profesional y corriendo con gente importante es otra. Ahora solo pienso en la bici, en prepararme lo mejor posible y cuidar cada detalle para que salga bien».

Con el calendario aún por confirmar, no oculta que puestos a pedir, su siguiente gran sueño sería poder correr la Volta a Portugal. «No es la Vuelta, pero para ellos es una competición importantísima y sería un sueño poder estar», admite. De momento lo único que tiene claro es que quiere «empezar la temporada a tope y acabar de la misma manera».

Buena parte de la responsabilidad de que sea así correrá a cargo de Manolo Sainz, que trabajó con él en las dos últimas temporadas en el Aldro Team -que no ha podido seguir adelante por falta de patrocinio- y que mantendrá su colaboración con el ponteareano. «Cuando me llamaron del equipo portugués le llamé, le dije si quería seguir llevándome y aceptó. Conoce mi cuerpo y lo que puedo dar tanto como yo mismo», dice con convencimiento de que seguir contando con él es una garantía.

Aunque se dice «en una nube», Mota asegura que el vértigo no es una sensación que experimente con motivo de este salto. «No, para nada. Esto es lo que cualquier corredor busca y cuando lo tienes hay que aferrarse a ello y pensar solo en prepararte para hacerlo lo mejor posible. Lo que tengo es unas ganas tremendas», dice.

Impotencia

Mota comenzó en el Club Ciclista Ponteareas y aunque llegó a jugar un partido de fútbol con el Condado, cuenta entre risas que enseguida supo que aquello no era lo suyo. Después vinieron el Redondela, el Rías Baixas y el Aldro Team y ahora toca buscar una oportunidad fuera. «El sueño de verdad era haber sido corredor profesional en Galicia y sientes la impotencia de que no haya un equipo aquí y de que en España las cosas tampoco marchen. A día de hoy tienes que intentar buscarte la vida fuera porque no hay otra escapatoria».