Los locales superaron de quince a un rival al que no dejaron reaccionar nunca
25 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Necesitaba el Embutidos Lalinense una sesión de terapia y ayer se dio un baño de autoestima arrollando al Luceros de Cangas. Fue partido sin historia y si con antecedentes que pedían recuperar la tranquilidad y la creencia en el trabajo.
El rival era propicio pero nada está ganado ante de empezar. El marcador fue marcando ese camino de un triunfo claro, de los que muestran buen ataque, buena defensa y acierto anotador. A los pocos minutos ya estaba todo encarrilado con un 10-4. El 18-9 del descanso ya no dejaba lugar a dudas. Salvo Bruno que no se encontraba bien, al resto del banquillo lo puso el técnico lalinense, Milucho, a hacer minutos.
?Iago, Ramón (8), Gustavo (3), Uxío (1), Tate (4), Pachi (4), José (4) -siete inicial- Durán, Adrián (4), Arón (4), Bruno, Porto (4), Román (1), Canario y Losón.
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Matías, Dasilva, Parceiro (2), Pérez (2), Refojos (1), Molares (4), Pousa (3) -siete inicial- Lemos, Simes, Eloy (4), Sierra, Oscar, Veloso (3), Fonseca (1) y Figueroa (2).
Goles cada cinco minutos: 3-3, 6-4, 10-4, 11-5, 14-6, 18-9 (descanso) 20-10, 22-12, 24-15, 28-17, 32-20, 37-22 (final).
Árbitros: Jorge Muras y Saúl Menéndez del Colegio Asturiano que sancionaron con exclusión a Pachi (2), Arón, Canario y Losón por el Lalinense y a Pousa y a Sierra por el Luceros.
Incidencias: Partido sin incidencias y con presencia de más de 300 aficcionados.