Una restauración para recuperar el esplendor de la joya barroca de Candeán

Alejandro Martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

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El Concello de Vigo financia la recuperación del retablo mayor de la iglesia parroquial

14 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El retablo mayor de la iglesia de San Cristovo de Candeán dará un vuelco en los próximos meses. El Concello ha concedido una subvención de 34.485 euros a la Diócesis de Tui-Vigo para restaurar esta obra barroca del siglo XVIII, que presenta un deterioro notable tras décadas de modificaciones y añadidos. La ayuda se enmarca en el convenio firmado entre ambas instituciones para conservar el patrimonio eclesiástico del municipio. Según la documentación del expediente, el conjunto sufrió «repinte total de la obra», «deterioros en la madera provocados por el ataque de las termitas» y el añadido de piezas que alteraron su configuración original. También se detectaron fondos realizados con «una chapa fina de madera de mala calidad» y desplazamientos en el cuerpo superior que apuntan a fallos estructurales.

El proyecto técnico, elaborado por la restauradora María Victoria Valverde García, plantea un desmontaje completo para trabajar con garantías en taller. Esta fase permitirá separar piezas originales de elementos incorporados posteriormente y sanear la parte posterior del retablo, donde se concentran muchos de los daños. Tras ello, se realizará la limpieza, la eliminación de repintes, la consolidación del soporte, la desinsectación y la reintegración de las zonas perdidas. La intervención incluye anclajes nuevos y una separación con el muro para mejorar la ventilación.

El convenio marco entre el Concello y la Diócesis ya había permitido financiar la restauración de varias tallas de la misma iglesia.

Memoria

En julio, la Comisión de Seguimiento aprobó la elaboración de la memoria del retablo, paso previo a la concesión ahora formalizada. Los trabajos tendrán una duración estimada de cinco meses, condicionados a la autorización de Patrimonio de la Xunta.

La actuación pretende devolver la estabilidad y la lectura histórica a una pieza que, pese a su valor artístico, había quedado desfigurada por intervenciones antiguas. Con el respaldo económico municipal, el retablo recuperará su presencia original en el presbiterio de la iglesia.