El acceso a un barrio del centro de Vigo: ni luz ni aceras y tanto barro como asfalto

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Los vecinos reclaman una entrada «digna» a la zona de Ribadavia

28 abr 2024 . Actualizado a las 18:19 h.

Mitad barro y mitad asfalto, sin alumbrado público y tampoco aceras. «No entendemos que el principal acceso al barrio sea esto», protesta una vecina de la zona de Ribadavia. El progreso nunca llegó a sus calles a pesar de estar en el centro. Los vecinos llevan años reclamando una humanización al Concello. Cansados de que el gobierno local no atienda sus demandas, han decidido emprender movilizaciones. Han puesto pancartas reclamando accesos dignos al barrio. Tras pedir muchas citas a la concejala de Urbanismo, consiguieron que les atendiera una arquitecta jefa, que les indicó que la única calle que se puede arreglar en estos momentos previos a la aprobación del Plan Xeral es su principal vía de acceso porque quedará exactamente igual. Les remitió al departamento de Fomento, con cuyos responsables «hemos intentado hablar multitud de veces, pero no hay forma de que nos reciban».

Los residentes del Barrio de Ribadavia no entienden cómo en la ciudad se ponen en marcha grandes proyectos de desarrollo urbano y, al mismo tiempo, sigan pendientes de resolver carencias que afectan a miles de ciudadanos. «Nos alegramos muchísimo de que los ejecuten, pero también hay necesidades básicas como esta de alumbrado público y accesibilidad porque por aquí no entra una persona en silla de ruedas». Ni siquiera tienen un espejo para salir del barrio a la calle con seguridad. «Estamos cansados. Parece que te ignoran. Te sientes pesado, cuando realmente lo que pedimos es justo».

Cristina Valle, vecina de la zona, afirma que llevan más de 10 años con la misma reclamación. «Seguimos luchando por exactamente lo mismo», dice. Abraham, otro residente, se queja de que «avanzas cien metros y te metes en unas callejuelas infernales. Es imposible que entre un camión de reparto y una ambulancia lo tiene complicadísimo. Todos los camiones dan contra la esquina de un balcón por culpa de un acceso de poco más de dos metros de ancho en pleno centro de la ciudad. Es casi imposible maniobrar aquí». María Dolores se queja de que hay mucha eficiencia para cobrar impuestos, pero dice siguen viviendo con más atraso que en cualquier aldea del rural.

Les sorprende escuchar que alcalde siempre diga que su plan Vigo Vertical unirá la parte baja de la ciudad con el barrio de Ribadavia. «Es falso. El acceso que tenemos son unas escaleras, una rampa súper empinada o esto. Las rampas llegan hasta Isabel La Católica, que es distinto», aclaran. Los residentes creen que la entrada al barrio es muy incómoda. «Nos gustaría que lo prepararan, pero creo que es difícil», afirma José Noguerol.

Roberto Rodríguez, otro vecino, afirma que el barrio está completamente deteriorado. En Travesía do Forno no entran las ambulancias. «Si se quema una casa, los bomberos no pueden llegar», afirma Begoña. Sandra Gil afirma que el barrio está olvidado y que el acceso, no solo es incómodo, sino que pone en riesgo la seguridad ciudadana. «Es de doble sentido, pero solo puede pasar un coche y también es peatonal. Con la oscuridad es un auténtico peligro», dice.