Los ladrones destrozan los servicios del campo vigués de Monte da Mina, al que van mil personas cada fin de semana, para quedarse el cobre de las tuberías
25 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Los baños están destrozados, y el agua caliente, cortada. Las instalaciones deportivas municipales de la asociación Monte da Mina, en Castrelos, han sido objeto de actos vandálicos y de la codicia de los ladrones, que han arrancado los tubos de cobre.
Los servicios de caballeros presentan un aspecto desolador y no se pueden utilizar porque las conducciones metálicas que bajan de la cisterna han sido arrancadas y sustraídas.
Lo mismo ocurre con los servicios, también exteriores, que tiene el campo para las chicas. «Imagínate lo que es no tener un servicio adecuado disponible para todas las mujeres que acuden al campo para ver jugar a sus hijos o hijas», señala Miguel Román, presidente del Rácing de Castrelos. En el baño de mujeres todavía hay tubos arrancados y tirados. Las huellas del vandalismo persisten sin que el Concello haya tomado cartas en el asunto.
Los hechos ocurrieron hace dos semanas. Los ladrones forzaron las puertas del campo, que se encuentra en lo alto del monte, encima de la urbanización A Galindra. Aunque al lado está el local de la asociación de vecinos, los intrusos se metieron por la parte de atrás y entraron arramblando con todo lo que pudieron. Los ladrones arrancaron más de diez metros de cobre y dejaron los destrozos en el suelo, dice la tesorera del club, Rocío Iglesias. En las duchas también faltan pomos, por lo que actualmente solo hay dos operativas y sin agua caliente.
El presidente del Rácing de Castrelos, Miguel Román, y el coordinador del Rápido de Pereiró, José Manuel Castiñeiras, explican que las instalaciones son utilizadas por más de un millar de personas durante los fines de semana. «Enviamos mensajes al servicio de Deportes informando de lo sucedido para que tome medidas y no tuvimos respuesta», dice Castiñeiras. La oposición también ha tenido conocimiento y el concejal Miguel Martín (PP) reclama que las instalaciones deportivas municipales cuenten con un seguro que cubra inmediatamente los daños para que no sean los clubes los que tengan que hacerse cargo de los desperfectos por vandalismo y robos.
Para paliar la situación de la falta de servicios para el público los directivos de los dos clubes han habilitado uno en la zona destinada a los árbitros. Un cartel pintado a bolígrafo indica que los espectadores pueden utilizar esos servicios destinados al equipo arbitral.
Las instalaciones tienen mucho público porque solo el Rácing de Castrelos cuenta con 280 futbolistas en las distintas categorías de equipo y el Rápido de Pereiró suma 250 deportistas. Cada fin de semana se juegan entre 14 y 18 partidos que movilizan a cientos de personas. «Los chavales no se pueden duchar con agua caliente y estamos en invierno, con virus», señalan los clubes.