Cierra el símbolo de los bitcoins en Galicia

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

Bitcoin Rock Café baja la persiana arrastrado por las crisis de las criptomonedas y la inflación

21 ago 2022 . Actualizado a las 01:53 h.

Tras tres años de singladura, el Bitcoin Rock Café ha bajado la persiana. Fue el primer restaurante temático sobre criptomonedas de Galicia y un referente en España. El local, situado en el número 22 de la avenida de García Barbón, colocó ayer el cartel de «Se alquila». El casero confirmó la marcha de sus inquilinos y el fin del negocio, al menos en esta céntrica ubicación. «Eran muy buenas personas», dice el propietario del bajo comercial, que guarda mutismo sobre las razones del cierre tras finalizar el tercer año de contrato. Desde hacía meses, el restaurante solo abría por las tardes. Nadie descarta que los pioneros del bitcoin, con los que ayer no fue posible contactar, vuelvan a intentarlo y reabran en otro local de Vigo, con otras condiciones de alquiler o con mayor superficie.

Este local creó una comunidad de inversores que hacían consultas sobre dónde colocar su dinero pero tras la crisis de las criptomonedas que comenzó este año decayó el interés y el establecimiento perdió rentabilidad. El cierre coincide justo con el desplome del bitcoin a casi un tercio de su valor, el batacazo de Terra-Luna, o diversos escándalos por timos piramidales que están aflorando.

El Bitcoit Rock Café fue fundado por Antonio Vázquez, socio mayoritario, y Gustavo del Río. Su sueño era montar una cadena con más establecimientos en Madrid y Barcelona. En una primera etapa, estuvieron apadrinados por el joven emprendedor vigués Alejandro Regojo, que, años antes, cofundó la criptomoneda BitcoinGold (BTG).

Los promotores abrieron en agosto del 2019 como la primera cafetería temática dedicada al mundo del dinero en la nube, aprovechando el tirón de esta criptomoneda, que desencadenó una fiebre entre los inversores. En el verano de la inauguración del local, el bitcoin rondaba los 9.500 euros y, en una entrevista en La Voz, vaticinaron que en el 2020 la criptomoneda valdría 40.000 euros. Acertaron de pleno. En los años siguientes, el bitcoin se disparó como un cohete hasta tocar techo a final del 2021 en los 56.000. En la provincia, algunos expertos calcularon que, en el 2020, había miles de inversores subiéndose al carro de las criptomonedas. Pero el bum se enfrió y ahora la divisa digital cotiza a 21.000 euros.

XOAN CARLOS GIL

Cajero automático

Fue el primer establecimiento de su categoría en Vigo que permitía a los clientes pagar sus consumiciones con dinero digital, el cual podían imprimir en un cajero automático situado en el portal. También daban la opción al cliente de almacenarlo en sus monederos virtuales (wallets) de su teléfono móvil. En aquel momento, podían elegir entre un abanico 1.500 monedas virtuales.

Aunque funcionaba como un local de hostelería, muchos clientes, incluso muy jóvenes, venían atraídos por la fiebre de las criptomonedas y querían charlar con otros emprendedores y aprender el negocio con la idea de invertir. El local incluso albergó una exposición temática sobre el misterioso creador del protocolo del bitcoin, Satoshi Nakamoto, el seudónimo de uno o más informáticos cuya identidad aún se desconoce.

El local vigués organizó en un salón de actos del sótano numerosos talleres y conferencias para aficionados a las divisas digitales y profesionales tecnológicos. En pocos años, captó a una gran comunidad de inversores, muchos de ellos especulativos. Al final, con la crisis de las criptomonedas, el negocio tuvo que centrarse en la hostelería en un momento de baja demanda, deudas acumuladas tras el covid, y en el que el precio de la luz, el gas y los alquileres se dispararon por la inflación. Y, como le pasó a otros bares de Vigo, empezó a ir mal y dejaron de abrir al mediodía. Recientemente, los dueños renovaron el cajero automático que dispensaba criptomonedas. Pero ya era tarde, la fiebre del bitcoin había pasado porque cada día perdía más valor.

El desencanto de los inversores creció cuando numerosos compradores presentaron denuncias en la Audiencia Nacional por estafa piramidal contra chiringuitos de criptomonedas que habían vendido humo. A ello se sumó el crack de la divisa digital Terra-Luna, que perdió el 99 % de su valor en junio. La edad de oro había pasado.

«Ojalá solo sea un bache y reabran; este sitio fue un referente nacional», dicen en Agalbit

Un portavoz de la Asociación Galega de Blockchain e IoT (Agalbit), Antonino Comesaña, mostraba ayer su consternación por el cierre del Bitcoin Rock Café. «Ojalá solo sea un bache y reabran porque este sitio fue un referente a nivel nacional, el primero de este tipo en España. La gente que venía de fuera, no solo de Madrid o Barcelona, sino de Londres o Estados Unidos, flipaban con que hubiese algo así en esta ciudad», relata Comesaña. Recuerda que a sus invitados siempre los llevaba a este bar para que conociesen la comunidad de inversores que se había creado en su entorno. «Es una pena pero, al final, después de todo era un negocio de hostelería y este sector lo está pasando mal», dice Comesaña.

Este experto en negocios digitales recuerda el «maravilloso» entorno y la «filosofía cripto» que giraban en torno al bar. No solo iban aficionados. «Venían muchos inversores a preguntar, eran especuladores que querían saber cuánto iban a ganar. Cuando la marea iba para arriba, el restaurante incluso recibía comisiones por las compras de criptomonedas en el cajero, pero cuando la cosa se enfrió, decayó el interés», comenta Comesaña. Supone que, en el próximo ciclo del bitcoin, se reavivará. Confía en que los fundadores del Bitcoin Rock Café salgan adelante con nuevos proyectos ya que uno de ellos fue pionero al instalar el primer cajero de bitcoins en la calle peatonal de O Calvario hace más de una década y fue donde se empezó a gestar una comunidad de inversores en Vigo.