Un premio a la persistencia

m. v. f. VIGO / LA VOZ

VIGO

CEDIDA

El IES Coruxo conquistó el ascenso a Segunda B de fútbol sala contra pronóstico

22 jun 2021 . Actualizado a las 22:49 h.

José Manuel Abalde reconoce haberse «metido en camisas de once varas». Son más de quince años al frente de un club de fútbol sala que desde el domingo presume de ser de Segunda B. Y ese gran éxito del IES Coruxo neutraliza todos los males. «Estamos que no cabemos en nosotros mismos», proclama el presidente, consciente también de lo que se le viene encima para que el club pueda competir con garantías en su nueva categoría.

Cuenta que transmitió a sus jugadores que si lograban el ascenso en los terrenos de juego, sería efectivo. Y lo mantiene: «Como si me tengo que poner a pedir en Príncipe. Voy a llamar a todas las puertas que haga falta y vamos a estar ahí», se compromete. Porque aunque asegura que aún no ha acabado de asimilar el éxito, se muestra con las ideas muy claras de cara al futuro. «Creo que podemos ser competitivos. Ganamos un amistoso a un equipo de esa categoría. Y tendremos que reforzarnos», dice.

Abalde, que no acudió a A Coruña a presenciar al final en directo, tenía la idea de no ver el partido por su salud, aunque al final sí lo hizo. Destaca que fue un triunfo «contra pronóstico», pues el Lugo partía como favorito e incluso tomó la delantera en el marcador. «Fue un premio al trabajo, la ilusión, las ganas. Nuestro equipo brilló, se me erizaba el pelo», confiesa. Presume de un grupo con muchos jugadores de Vigo y su área, alguno de los cuales lleva hasta 12 años en el club, aunque la entidad actual surgió de la fusión de IES Coruxo y Vigo Sporting en el 2020.

El primero lo fundó Abalde en el 2005, cuando sus hijos jugaban al fútbol sala en el colegio Carrasqueira y, al pasar al instituto, se quedaban sin la opción de continuar. Él, sin apenas conocimientos específicos de este deporte entonces -los ha ido adquiriendo con el tiempo- tomó la iniciativa para que la historia no se repitiera. «Fui toxicómano en mi juventud y no quería que mis hijos cayeran en eso», dice serio. Pero enseguida vuelve al tono distendido y tira de humor: «Yo, que no pasaba por el colegio, ahora me paso el día allí metido».

Además, ha implicado a su familia al completo, todos partícipes de los éxitos del IES Coruxo. Su mujer forma parte de la directiva y sus hijos también están o han estado involucrados, ya fuera como jugadores o echando una mano en otras parcelas. «Este ascenso es una liberación, porque ha sido una temporada muy complicada, primero sin saber si se iba a jugar, luego cambios de horarios, los protocolos...», enumera.

Ahora sabe también que le esperan «meses intensos», pero con la satisfacción de haber conseguido un objetivo que no es que se hubiera marcado este curso, sino hace más tiempo. «El deseo estaba ahí. El año pasado ya pensaba que podíamos, pero con la pandemia nos quedó la espinita», ahonda. Y habla desde el convencimiento de que la fusión fue clave porque «unificar esfuerzos da mejor resultado que ir cada uno por su lado» y cree que el fútbol sala vigués, con una gran cantera que necesita especialización, sostiene, merecía presencia en esta categoría.

La continuidad de Lucas

El presidente del club avisa de que se tomará «los cafés que hagan falta» para convencer al entrenador del equipo, Lucas Fernández, para que continúe al frente. Ayer estaba previsto el primero de esos cafés, y el interesado admite que no puede demorar mucho la decisión, pero que no está tomada. Pone por delante que el grupo humano que han formado le tiene «ganado para toda la vida», pero al mismo tiempo hay una razón de peso para replantearse su situación. «Tengo un niño de seis años y jugar en Segunda B requiere desplazamientos más largos. No sé si me compensa», analiza. Y añade que tampoco quiso pensarlo en profundidad hasta que este ascenso no fuera una realidad, momento que llegó el domingo.

En cuanto a lo que han conseguido, lo califica como «una pasada» y considera que fue fruto de que se lo fueron «creyendo poco a poco». Habla de suerte y regularidad como dos factores que influyeron. Pero no son los únicos: «Por encima de todo, el grupo humano es excelente, una gran familia con una capacidad de trabajo y esfuerzo sobresaliente», indica. Subraya la importancia que tiene este ascenso para la ciudad y en lo personal, se muestra «orgulloso» por haberlo conseguido en su segunda temporada al frente.