En busca de las imágenes del tesoro de Rande

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

Benito

El realizador Fernando Navarrete concluyó en agosto de 1990 la filmación de una serie de televisión sobre los galeones y barcos hundidos con oro y plata en la batalla naval de 1702. Nunca llegó a verse entera

26 ago 2020 . Actualizado a las 01:13 h.

«Vamos a contar la historia de la batalla de Rande y va a ser un trabajo histórico beneficioso para Galicia. No somos buscadores de lingotes», aseguraba hace tres décadas el realizador de televisión Fernando Navarrete. Durante dos años, combinó las grabaciones de Galicia para o mundo, programa de divulgación turística de la TVG, con la exploración en las aguas de la ría de Vigo en las que tuvo lugar el combate naval de 1702. El objetivo era la realización de una serie, que se titularía Rande, destinada a la programación del canal autonómico. Nunca se pudo ver. Problemas surgidos entre Navarrete y la TVG dejaron un montón de horas de grabación sin una conjunción. El director sí llegó a mostrar algunas filmaciones en distintas conferencias.

En septiembre de 1988, un equipo de Televisión de Galicia dirigido por el veterano realizador (en su haber figuran Directísimo o La segunda oportunidad, entre otros muchos programas) iniciaba en la ensenada de San Simón la grabación de las primeras escenas de la serie documental. Un grupo de siete personas acudía diariamente a la zona para tratar de localizar los galeones hundidos y filmar escenas de su estado, así como de la fauna y flora que los circunda. Su objetivo, para el que contaron con la colaboración de historiadores y vecinos que facilitaron seculares versiones y leyendas, era investigar los restos de la legendaria flota de la plata, hundida en 1702 en el estrecho de Rande por una flota anglo-holandesa. En su trabajo lograron localizar trece de las naves hundidas, dos de las cuales, se supone, nunca habían sido tocadas antes por el hombre después del naufragio, ya que se encuentran a veinte metros de profundidad y bajo una capa de lodo de seis metros, lo que las hacía hasta entonces prácticamente inaccesibles. El equipo centró su tarea en la nave francesa Solide, de 40 metros de eslora y 10 de manga, cuyos restos eran los únicos filmados hasta aquel momento. Después llegaron otros navíos.

La intención inicial era hacer dos tipos de documentales: uno divulgativo para las televisiones y otro de carácter científico e histórico, que se difundiría en medios universitarios. A juicio de Navarrete, las imágenes servirían como material de estudio a los especialistas de construcción naval de esa época, ya que reflejaban perfectamente las estructuras de los barcos, de forma más detallada que la que ofrecía la documentación escrita. La filmación de los barcos, para la que se utilizaron cámaras submarinas, tuvo también algunos momentos preocupantes. Así, unos «extraños buscadores de nécoras» obligaron a destacar un vigilante en el punto en el que se halla el Solide.

Curiosamente, en aquella misma época, un equipo de investigadores de la Sociedad Estatal V Centenario, coordinado por Enrique Lechuga, realizó una exploración científica en la ría y detrás de las Cíes con el objetivo de localizar el pecio del Santo Cristo de Maracaibo, aunque posteriormente se dijo que no se llamaba así el mítico galeón capturado por los ingleses.

Navarrete recordaba al concluir los trabajos de grabación que el encuentro con los investigadores del Quinto Centenario tampoco había sido agradable. «Dos arqueólogos de la Escuela de Escafandrismo de Vigo que trabajan con nosotros -explicaba a La Voz de Galicia- tienen la exclusiva de la investigación de los barcos hundidos en Rande; los de Quinto Centenario llegaron y se situaron a nuestro lado. Nosotros llamamos a las autoridades de Marina para que los echaran, pues no tenían autorización para trabajar aquí».

Santo Cristo de Maracaibo

Navarrete también calificó entonces de falsa la información difundida por esta entidad, en la que se afirmaba que habían hallado el mítico Cristo de Maracaibo en las inmediaciones de las Cíes, ya que, a su juicio, no aportaron pruebas suficientes que lo confirmen; y añadió que manifestaron que habían hallado un número de galeones mayor a los que históricamente se sabe que hay en Rande.

«Estoy convencido de que hay oro y plata, ya que la mayoría de los expedicionarios se dedicaron a explorar los barcos cercanos a la costa, y a menor profundidad, puesto que no disponían de medios para investigar en el resto, aunque sí los localizaron», explicaba Navarrete en agosto de 1990.

Años después, el arqueólogo Javier Luaces dirigió varias campañas científicas en la ensenada. A su término, en el año 2011, el científico vigués afirmaba que el gran tesoro de Rande era el patrimonio subacuático e inmaterial fruto de la batalla de 1702. En sus campaña, determinó la posición y pudo tocar seis barcos participantes en aquel combate. Sin embargo, en el imaginario colectivo siempre existirá el tesoro.