Controles de temperatura, test y simulacros son algunas medidas de las bodegas
10 ago 2020 . Actualizado a las 13:06 h.A un mes del inicio de la vendimia, las bodegas de O Condado y O Baixo Miño ya preparan toda su artillería para que el personal contratado por cada una, más de un centenar, lleve a cabo el trabajo con todas las garantías. Una de las ventajas que tiene la denominación de origen Rías Baixas en estas zonas es que el personal es, como quien dice, de casa, al contrario de lo que sucede en la Rioja o en la zona de Ribera de Duero. La mayoría es gente conocida, del entorno, donde apenas se han registrado casos de coronavirus.
No obstante, los bodegueros no quieren dejar nada a la improvisación hasta el punto de que algunos llevarán a cabo controles de temperatura, test y simulacros. Es lo que tienen previsto hacer los responsables de Marqués de Vizhoja para el próximo martes en la finca La Moreira de Arbo, tras finalizar mañana el protocolo. El simulacro incluirá todas las medidas de higiene y prevención habilitadas para la totalidad del proceso, tanto viñedos, como transporte y bodega.
Los trabajadores procederán del propio municipio y de otros de las inmediaciones como A Cañiza, As Neves y Vigo. Incluso se han hecho prácticas internas para estudiar los grupos por edades. «Tenemos un mapeo del viñedo y cada persona sabe dónde empieza y termina para no coincidir. Hay marcas naturales, dos metros entre cepa y cepa y tres metros de calle. También marcaremos con balizas para que sepan donde tienen que dar la vuelta. Es necesario organizarlo muy bien, porque se puede perder mucho y ganar mucho», comenta el responsable, Javier Peláez, partidario de estudiar todo al detalle y de no dejar nada a la improvisación.
También en otra bodega de Arbo, As Laxas, tienen muy avanzado el protocolo, sobre todo, en lo relacionado con las entradas y salidas, que se harán de forma escalonada. Estudian las formas de vendimiar y la constitución de los equipos. «La vendimia siempre se hace con gente de la zona, estamos organizando los equipos y todo el tema de las entradas y salidas, así como las formas de vendimiar; serán grupos de dos personas de la misma familia o allegados. El trabajo permite hacerlo por separado y se evitarán los cuellos de entrada y salida», explica el gerente, José Simón Ferro.
Otra de las grandes bodegas de la denominación de origen Rías Baixas, Terras Gauda, en este caso de O Rosal, tiene igualmente muy adelantados los protocolos de la vendimia. «Se harán islas y cortafuegos para evitar que las personas invadan otras áreas, estarán separadas más de dos metros. Los transportistas recogerán las cajas y las bajarán a la bodega, serán grupos de gente distintos. Por supuesto, con mascarilla, gel y control de temperatura; valoramos incluso la posibilidad de hacer test de forma periódica», indica el director de la bodega, Enrique Costas.
Los vendimiadores serán los mismos que suelen acudir todos los años y procederán del entorno: O Rosal, A Guarda, Tui... Los trabajos durarán como mínimo tres semanas.
En la bodega Señorío de Rubiós, de As Neves, seguirán todas las medidas que se establezcan desde la denominación de origen. Mascarilla, gel hidroalcohólico, no compartir herramientas, menos gente en el transporte en coche y en zona de recepción, menos personas trabajando al mismo tiempo y más espaciadas, y turnos para que no coincidan muchos trabajadores a la vez. En la actualidad se estudia el protocolo y la estrategia a seguir, según explica un portavoz.
En Adega do Vimbio, de Goián, lo tienen más fácil al tratarse de una bodega pequeña. «Dejamos el tema en manos de personal experto. En principio nos planteamos poner media jornada. Hasta ahora se trabajaba en grupos de dos, uno por cada lado para hacerlo más ameno y pensamos que en esta vendimia sea una sola persona para que no estén enfrentadas», comenta un portavoz de la bodega. El personal es de la zona. Lo solicita en el Inem, que les remite el perfil de profesional que necesitan.