Geodestino

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO

15 feb 2020 . Actualizado a las 11:36 h.

Catorce municipios del área de Vigo se han reunido para poner en marcha un geodestino común. La iniciativa trata de promover el turismo desde la geología. Dicho así, no parece un gran atractivo, en un país que se harta de vender sol, playa y gastronomía. Pero algo tendrán las piedras cuando, bien pensado, son lo más visitado del mundo. De piedras está hecho el Partenón de Atenas, la catedral de Santiago y el Coliseo de Roma. Pero también los petroglifos, las iglesias románicas, los puentes medievales y los castros que adornan nuestras Rías Baixas. La piedra de las canteras de O Porriño ya la explotaban los canteros del Paleolítico hace cien mil años, mientras que hoy su granito rosa adorna la sede del ayuntamiento de Tokio o el metro de París. Además, las playas de la ría de Vigo tienen elevadas concentraciones de arena de magnetita, un mineral ferroso con propiedades magnéticas. De hecho, la ría viguesa es un ejemplo mundial, citado a menudo como algo singular junto a las minas de la ciudad de Kiruna, en Suecia.

Para añadir que el monte Galiñeiro es una auténtica joya. Ya en los años 60 del siglo pasado, geólogos holandeses descubrieron que es rico en tierras raras, que se extienden como en una inmensa veta a lo largo de una franja que va desde el monte de A Guía, atravesando el municipio vigués, hasta prácticamente el monte Aloia.

Los 17 elementos químicos que componen las tierras raras están aquí y hasta se ha especulado con explotarlas, lo que sería un drama porque su minería es altamente contaminante. Así que mejor sigamos con los geodestinos, una forma noble de presumir de nuestras piedras.