Candelaria

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO

10 feb 2020 . Actualizado a las 11:54 h.

Castrelos acaba de celebrar su fiesta de la Candelaria, prólogo de San Blas en Bembrive, las dos grandes romerías de invierno de nuestra ciudad. El sol ayudó a la fiesta, tal vez porque es una celebración muy meteorológica, de cuando el mapa del tiempo se dibujaba con refranes y el único parte posible aparecía en almanaques como «O mintireiro verdadeiro». La tradición reza que «cando a Candelaria rí, o inverno aínda está por vir», pero «cando a Candelaria chora, medio inverno vai fóra». Para no fallar en las previsiones, hay un tercer dicho con premio seguro: «Chore ou deixe de chorar, a metade do inverno está por pasar». Es curioso que estos dichos meteorológicos sean tradición en una ciudad que fue pionera en esta disciplina desde el punto de vista científico. Porque el político, periodista y escritor Eduardo Chao, quien llegó a ser ministro de Fomento en el gobierno de Nicolás Salmerón, destacó como meteorólogo al ser el autor del primer mapa de isobaras que se trazó en Galicia, más de un siglo antes de que se fundase Meteogalicia. En 1880, Chao instaló en el tejado del ayuntamiento de Vigo, entonces en la plaza de la Constitución, un observatorio con pluviómetro, barómetro y anemómetro. Los vigueses acudían allí a poner sus relojes en hora y un sistema de triángulos, cuadrados y esferas daba la previsión del tiempo. Cinco mil pesetas invirtió Chao en su observatorio, uno de los primeros de su clase en España. Y luego publicó artículos científicos sobre ciclones e isobaras. Así que en la meteorología también fuimos pioneros, sin desmerecer por supuesto la sabiduría popular de Castrelos…