Los conductores denuncian en la Inspección de Trabajo que se incumple los descansos y hay exceso de horas al volante
24 oct 2019 . Actualizado a las 10:11 h.El comité de empresa de Vitrasa ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo por el incumplimiento de los tiempos de descanso durante la jornada laboral, lo que supone un riesgo de accidentes. Afirman que la empresa sigue sin respetar las medidas preventivas que figuran en su propia evaluación de riesgos. Tampoco atiende el requerimiento realizado por la autoridad laboral para instalar aseos para los conductores.
Los representantes de los trabajadores recuerdan que en la evaluación de riesgos de la empresa se establecen como medidas preventivas que ningún trabajador pueda conducir de manera ininterrumpida más de cuatro horas y media sin hacer una pausa. La duración mínima de esta pausa deber ser de 45 minutos, pudendo fraccionarse en interrupciones de cuanto menos 15 minutos cada uno a lo largo del período de conducción.
Al mismo tiempo, señalan que el tiempo total de conducción no debe exceder de nueve horas diarias, pudiendo llegar de manera excepcional a las 10 horas un máximo de dos días la semana. Tampoco pueden sobrepasar las 90 horas en cada período de dos semanas consecutivas.
La representacion de los trabajadores indica que en la reunión del comité de seguridad y salud que tuvo lugar el pasado 14 de octubre, los delegados de prevención hicieron constar los «incumplimientos reiterados destas dúas medidas preventivas a respecto dos descansos e tempos de conducción».
La respuesta de la empresa fue que «hai que revisar a avaliación». Desde el comité critican que, curiosamente, las pausas establecidas coinciden con las mínimas obligatorias de otros conductores profesiones
Por otra parte, también pusieron en conocimiento de Inspección de Trabajo que la empresa no atendió el requerimiento de la autoridad laboral al respecto de los aseos para los conductores. Únicamente se instaló un aseo público « e non nos constan negociacións da empresa co Concello e cafeterías, e moito menos un mínimo de vontade de solucionar este problema».