Forma parte del equipo que se acaba de proclamar campeón de Copa y ha logrado el ascenso en su primer año
01 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La redondelana Paula Domínguez, Pauleta, forma parte de un equipo que ya ha hecho historia en el fútbol femenino portugués. El Benfica al que pertenece la centrocampista no solo ha conseguido el ascenso con pleno de victorias -y de goleadas- en su primer año, sino que además se ha proclamado campeón de la Copa portuguesa. Para ello ha dejado por el camino a equipos de la máxima categoría en la que pasarán a militar el próximo curso.
«Nos decían que ganábamos con mucha facilidad en Segunda pero que la Copa iba a ser otra cosa. Y demostramos que estamos preparadas para competir», reivindica la jugadora gallega. Ella, que tras su paso por El Olivo vigués había entrado en el fútbol luso de la mano del Braga, pasó dos años allí antes de que le llegara la propuesta del Benfica, un club nuevo e ideado para ascender. «Me ofrecieron un proyecto ambicioso y creado para lograr este ascenso. El club pudo haber empezado en Primera, pero decidió que era más justo hacerlo un escalón más abajo y lograr deportivamente el descenso», analiza.
Pero pese a que las expectativas eran altas, nadie pensaba que la superioridad iba a ser tal. «Llegamos a ganar un partido por 0-32 y varios por más de 20 goles. El resultado más ajustado en Liga no recuerdo si fue un 4-1 o un 5-1, el único gol que recibimos en toda la temporada», dice sobre un curso sin derrotas en competición doméstica en un torneo que admite que se les quedaba pequeño. La redondelana, que estuvo lesionada unas semanas y ejerce de centrocampista defensiva, anotó 14 goles, pero una de sus compañeras sobrepasó el centenar y el total del grupo está por encima de los 600.
¿Y cómo se siente una jugadora cuando su equipo va ganando por esas diferencias abismales? Pauleta reconoce mezcla de sensaciones. «Todo deportista quiere competir y ganar, y para eso tienes que marcar cuantos más goles mejor. Pero también es cierto que enfrente tienes a rivales que igual salen de trabajar para estar ahí y que no tienen la oportunidad de ser profesionales», dice recordando que ella, que ahora sí lo es al tiempo que estudia Química, también pasó por esa situación.
La única derrota que encajaron llegó en Copa y frente a su exequipo, el Braga. Asegura que salieron fortalecidas y prueba de ello es que remontaron la eliminatoria para ser campeonas. «Nuestro éxito es ser un grupo unido, que no se vino abajo con esa derrota y que tiene jugadoras de mucha calidad, claro», recalca. Con todo ello, y pese a lo ambicioso del proyecto, Pauleta reconoce que nadie podía presagiar que fueran a «arrasar» de la manera que lo han hecho.
En la parte que le toca a nivel individual, está feliz en el equipo y también con la temporada que ha firmado. «Soy mediocentro ofensivo y es cierto que no he tenido tanto trabajo, pero eso también me ha permitido evolucionar y crecer técnicamente, aportando más en ataque», detalla. Y con su continuidad confirmada, la idea es seguir creciendo ya en la élite.
Antes, le esperan dos duelos de Liga más y luego el cruce para decidir el campeón de Segunda entre los grupos norte y sur. Mientras, saborea un triunfo único. «Había ganado ligas con El Olivo, pero con el Braga había perdido las dos finales anteriores y me he podido quitar la espinita. Significa mucho para mí», cuenta pletórica.