Un espejo en el que mirarse

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

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Oscar Vazquez

Hace 27 años, el Xerox de Ingelmo anotó 102 puntos y ascendió. El Celta de Cantero quiere seguir su camino

21 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es anecdótico y bonito, pero nada más», dice Cristina Cantero cuando le toca poner adjetivos al hito histórico que el Celta Zorka protagonizó el pasado sábado en Navia. Ante el ADBA avilesino las celestes alcanzaron los 102 puntos, una cifra mágica que hace 27 primaveras, también en la segunda categoría del baloncesto, firmó el entonces Xerox para lograr el ascenso a la máxima división. Aquel equipo que Juana Ingelmo comandaba desde el banquillo también había protagonizado un arranque de temporada estratosférico y había rebasado la anotación centenaria de forma casi impensable. La diferencia, sin embargo, estriba en que aquel Celta venía de la élite y quería regresar a su entorno natural, y este sueña con subir tras un puñado de años en el segundo escalón.

«Superar los cien puntos no es nada habitual, y menos en el baloncesto femenino. La anotación generalmente no es tan abultada, salvo en categorías inferiores, por lo que para lograrla tienes que tener un porcentaje de acierto altísimo que se alcanza sobre todo desde el trabajo y la constancia», cuenta Juana, que asegura que a lo largo de su extensa carrera apenas ha vivido partidos con semejante puntuación. Y lo mismo sostiene Cantero.

«En categoría absoluta no me suena ni de vivirlo con el Celta ni con otros equipos. En divisiones inferiores puede suceder porque hay mayor desigualdad, pero en absoluta es muy raro. Imagínate, el año pasado sufríamos para rebasar los 50 puntos y este año el promedio puede rondar los 80», celebra la entrenadora viguesa.

Tres décadas de distancia

Entre el Celta de los 102 puntos de Ingelmo y el de Cantero distan 27 años, muchas alegrías y un puñado de tristezas. Fue un 19 de mayo del 1990 en la semifinal por el ascenso -subían los dos finalistas- cuando el Xerox escribió una nueva página en el libro de récords del club al destrozar al Compañía de María coruñés con un 102-61 incontestable. Ángeles Araújo, Belisa González y Nieves Lobón eran las caras más reconocibles y veteranas de aquel proyecto ganador que había arrasado en la Liga y que destacaba por tener una plantilla muy joven a la que los exámenes universitarios se le acumulaban en plena fase de ascenso. Esa juventud es uno de los pocos trazos paralelos que Ingelmo saca con el actual Celta.

«Aquella lucha por el ascenso nunca se tendría que haber producido porque veníamos de descender en los despachos, es decir, era un equipo que venía de arriba, mientras que este Celta lleva varias temporadas en Liga Femenina 2 y aspira a subir», describe, «en lo que sí nos podíamos parecer es en que la mayoría de las jugadoras eran de casa o habían llegado siendo muy jovencitas», recuerda Juana.

Las jugadoras de Ingelmo recorrieron con mano de hierro la liga regular, cediendo únicamente una derrota, precisamente ante el Compañía de María, y en el partido definitivo habían tenido en Lobón a su gran figura, ya que había puesto su firma a 35 puntos, un ratio que también aleja aquel encuentro del que se vivió en Navia el sábado. En la victoria sobre el Avilés las de Cantero se repartieron el protagonismo y Germán, con 21 puntos, fue la máxima anotadora.

El Celta de Cantero aspira a repetir el trayecto hacia Liga Femenina que recorrió el Xerox de Ingelmo, y por lo de pronto ya ha superado con éxito las ocho primeras etapas. «Está claro que los resultados nos están dando tranquilidad. Las piezas están encajando, el trabajo se está haciendo bien y el grupo funciona, pero queda muchísimo por delante y pueden aparecer lesiones, problemas y hay que ver cómo reaccionamos cuando encajemos la primera derrota», explica Cantero. Eso sí, la ilusión no hay quién se la quite ni a ella ni a un vestuario que, instalado en el triunfo permanente, está funcionando como un reloj.

Esfuerzo y ganas

Son esas ganas y el trabajo las que Ingelmo aconseja a las célticas seguir alimentando. «No hay grandes claves que valgan, solo el trabajar y las ganas. Tanto la mejoría como el ascenso pasan únicamente por insistir en el esfuerzo, entrenar individual y colectivamente, empeñarse y poner le ganas. La dinámica y la gestión del vestuario influyen y se contagian, pero lo fundamental es el trabajo y que se ponga intención», subraya la exentrenadora. Una recomendación que Cantero quiere seguir al pie de la letra.

«Debemos seguir trabajando e insistiendo en lo que hacemos, creciendo. Realmente a mí me da igual ganar de 90 o de 100, lo que quiero es ganar y haciéndolo bien. Por ejemplo el sábado en la segunda mitad no jugamos bien, y eso nos da cosas que corregir, pero es fundamental cumplir con el trabajo de la semana».

El Xerox de Inglemo puede ser un espejo en el que mirarse el Celta de Cantero. El hito de los 102 puntos ya lo reeditaron. Ahora falta que repitan el soñado ascenso.