Los de Pillo caen con el colista Zamora y siguen sin ganar fuera
12 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Duro varapalo para el Cangas, que cayó en Zamora (33-28) ante un rival directo por la salvación en un desplazamiento con el que su afición se había volcado. El conjunto local firmó su primer triunfo a costa de un rival desdibujado que agudiza su crisis al seguir sin saber lo que es ganar lejos de O Gatañal.
La clave de la victoria local estuvo en la rapidez en las contras con un Ceballos que desbordaron a los cangueses, el acierto en el tiro de un inspirado Silva y la falta de ideas en ataque de los de Pillo. En el inicio del encuentro los dos equipos comenzaron con la misma intensidad y aunque inicialmente fue el Cangas el que tomó la iniciativa y a partir del minuto nueve los jugadores pistacho comenzaron a ver en los robos de balón y las contras el camino para superar al contrario. Eso, unido a un Ceballos que comenzó a dar avisos de su rapidez desde el extremo izquierdo, llevó a que los zamoranos ampliaran la ventaja hasta cuatro goles de renta tras veinte minutos de partido.
La crisis de juego de los de Pillo se solventó con paciencia en diez minutos en el que el orden en el juego y las intervenciones de Potic lograron equilibrar la balanza antes de que a dos segundos del descanso Silva reflejara la mínima diferencia para los zamoranos.
Los locales salieron de los vestuarios con las ideas más claras y los intentos de Pillo por romper el ataque de los locales con un marcaje férreo a Octavio por parte de Moi no dieron resultados. Las entradas de Cangiani por la derecha y la contras de Ceballos por la izquierda devolvieron las diferencias a los cuatro goles y obligaron al Cangas a pedir tiempo muerto para ordenar el juego.
Pese a ello, los zamoranos siguieron luciendo su mejor cara ante un Cangas al que le costaba encontrar huecos en ataque, con Muratovic como el más sobresaliente, y que en defensa se veía desbordado por un inspirado Silva que llevó a cinco goles la máxima distancia local. Los minutos finales fueron plácidos.