Ramón Loureiro: «Tras este libro, no necesito escribir más»

VIGO

Ramón Loureiro presenta libro en el Liceo de Ourense
Ramón Loureiro presenta libro en el Liceo de Ourense Mark Ritchie

El escritor presenta hoy «Diarios», prologado por César Antonio Molina

20 ene 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

La editorial Eurisaces presenta esta tarde, a partir de las 20.00 horas en la librería Rayuela (Camelias, 125) Diarios, del escritor y periodista Ramón Loureiro. El libro ha sido prologado por César Antonio Molina, ex ministro de Cultura. Junto con el autor y el editor, el acto de presentación contará con la presencia de Anxo Lorenzo, secretario xeral de Cultura.

-¿Qué es «Diarios»?

-Es un libro que no nació de mi propia intención sino que fue una idea de mi editor, Javier González, de Eurisaces. Durante toda mi vida, he tomado notas en cuadernos y él me pidió que publicase esos diarios. Yo les di forma, adaptándolos para su publicación, eliminando cosas que no tenían más interés que el puramente personal. Son una mirada sobre los días y sobre el mundo; una mirada personal, por supuesto, pero no es exactamente una escritura del yo. Realmente, es literatura porque me permite una expresión muy torrentiana ya que son diarios pero con interpolaciones mágicas.

-¿Qué le llamó la atención a su editor de sus diarios?

-Él fue el editor de varios de mis libros pero no sé muy bien responder a esa pregunta. Cuando uno escribe un diario que no está pensado para su publicación, quizás hay que dar margen a toda impostura y, no sé si emplear la palabra autenticidad, pero sí que es cierto que cuando uno escribe algo así se está encontrando con uno mismo. Quizás fue eso lo que le llamó la atención, la posibilidad de publicar lo que uno no dice habitualmente.

-¿Tuvo pudor?

-Claro que sí. Yo fui muy reacio a publicar ese libro, a pesar de que adapté los textos para eliminar cuestiones que eran absolutamente personales. La verdad es que en esos diarios hay afirmaciones mías que nunca hubiese pensado en publicar, incluso opiniones que no hubiese dado a conocer. Claro que da pudor, pero estoy muy contento de haberlos publicado porque, de alguna manera, ese libro ha hermanado a todos los lectores. Es un libro que no me ha dado más que satisfacciones. También me ha hermanado a mí con muchos lectores de lugares que ni siquiera conozco.

-¿A qué se refería antes cuando hablaba del aspecto mágico del libro?

-Cuando hablo de interpolaciones mágicas me refiero a la expresión creada por Torrente Ballester. Todo lo que hay en este libro es verdad, pero no es la única verdad la de los días. Mis personajes literarios también están en mis diarios porque ellos también son verdad. Llegados a esta etapa de mi vida, los personajes de mis novelas a mí me hacen mucha compañía y están conmigo siempre. Entonces, como para mí también habitan esa forma de la verdad que es lo poético, están en mis diarios también.

-¿Cómo consiguió que César Antonio Molina le hiciera el prólogo?

-Desde hace muchísimos años tenemos una relación de amistad; conozco muy bien sus libros y él conoce muy bien los míos. Su participación en el prólogo fue una idea de Javier González. A mí me conmueve mucho esto porque, sin falsa modestia, es lo mejor del libro.

-¿Las miradas son hacia la actualidad?

-La actualidad también está en esos diarios, no tanto la actualidad de lo inmediato como la actualidad vista desde un sentir más amplio, que es una visión del tiempo de hierro que nos ha tocado vivir, este tiempo en el que todo es tan difícil. En ese sentido, sí hay una mirada intensa también sobre la actualidad.

-¿Una mirada nostálgica?

-Sí, la nostalgia es inevitable muchas veces, sobre todo cuando alguien escribe literatura, y la literatura se construye, como dice el clásico, sobre el fermento de la propia memoria. Pero yo creo que aquí hay algo mucho peor que la nostalgia, que es la forma más enfermiza y triste de la nostalgia, que es la melancolía. Son diarios llenos de melancolía. Pero el verdadero contenido de los cuadernos no está alterado, lo que sí he hecho es expurgarlo de cuestiones que pertenecían puramente a lo privado. Pero por encima de todas las cosas, estos diarios son una forma de dar las gracias.

-En su trayectoria, ¿dónde sitúa este libro?

-Tengo cincuenta años ya, y creo que lo que quería escribir ya está escrito. El modesto testimonio que quería dejar por escrito. Pero, ciertamente, después de haber publicado estos diarios yo no necesito escribir nada más, lo que quería decir ahora está dicho ya.