Las instalaciones, que contarán con pistas de squash y saunas en los vestuarios, quedarán listas el próximo mes de diciembre
14 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Por fuera parece un ballenato que estuviera varado justo en medio del Concello de Cangas, a pocos minutos del campo de fútbol del Alondras. Esa piscina con forma de cetáceo, un proyecto pendiente desde hace años, estará por fin terminada el próximo mes de diciembre. Es la previsión que maneja Carlos Paz, jefe de obra de la empresa CivisGlobal. Desde ese momento se podrá disfrutar de todos los servicios que ofrecerá el nuevo equipamiento deportivo.
Las obras paralizadas en su momento por el incumplimiento del convenio urbanístico de Massó por parte del Concello, se retomaron el pasado mes de enero al cerrarse una ayuda económica de la Dirección Xeral de Deportes.
La piscina municipal de Cangas contará con varias zonas habilitadas para las actividades de gimnasio, saunas en cada vestuario, dos pistas de squash e incluso una grada para que los espectadores puedan disfrutar de las competiciones de natación que albergue en el futuro. «La hemos construido con las medidas reglamentarias de competición», apunta el responsable de la constructora.
Vasos
Con 25 metros de largo por 12 de ancho, el vaso principal cumple con las condiciones para celebrar competiciones profesionales, incluso a nivel internacional. Además, el recinto contará con otra zona de baño con unas medidas bastante inferiores, de nueve metros de largo por cinco de ancho. Esta estará más orientada para la gimnasia suave que practiquen las personas mayores y el aprendizaje de los más pequeños de la familia.
La fase inicial de construcción del complejo ya ha finalizado, con lo que sería la estructura base del edificio. También la instalación de la red hidráulica del recinto. La parte más ardua de las obras ya ha pasado, según cuenta José Carlos, otro responsable de las obras. «El siguiente paso consiste en el alicatado y la cobertura de los exteriores que rodean la zona de baño. También tenemos que realizar los remates y acabados de las gradas, colgar las iluminarias, tanto en vestuarios como en la sala principal».
De este modo, a los operarios les resta ahora revestir la piscina de azulejos y acondicionar el lugar, el acabado de la estructura por el interior de la misma. El techo del edificio se ha montado con una tela de materia asfáltica de pizarra, lo que le confiere la apariencia de ballena desde fuera. Solo quedan meses para poder disfrutar de este cetáceo hecho piscina.