La Consellería de Cultura, tras anunciar Caballero que suspenderá la aportación del Concello, advierte que es un equipamiento municipal
27 nov 2013 . Actualizado a las 14:59 h.La Xunta de Galicia advirtió ayer al alcalde de Vigo, Abel Caballero, que la Biblioteca Central es de titularidad municipal y que el Concello es responsable de su mantenimiento y de una parte del personal que allí trabaja. La Consellería de Cultura contestó de esta manera al anuncio realizado el lunes por el regidor vigués de no seguir aportando alrededor de 350.000 euros anuales de las arcas municipales para el funcionamiento de este equipamiento.
Caballero protagonizó un nuevo enfrentamiento con el Gobierno autónomo al exigir el «mismo trato» respecto del resto de las grandes ciudades gallegas en la gestión de las bibliotecas. Criticaba que mientras el Concello de Vigo debe sufragar aproximadamente un 30 por ciento de los gastos que genera anualmente este servicio, las bibliotecas centrales de A Coruña, Santiago, Ourense, Lugo y Pontevedra «no le cuestan un euro a sus ayuntamientos».
Representantes de Cultura corrigieron ayer al alcalde precisando que la situación de Vigo no se puede comparar a la del resto de las capitales gallegas. La biblioteca viguesa, ahora denominada Juan Compañel, es de titularidad municipal. El resto de las bibliotecas nodales de Galicia son propiedad del Estado. La Administración autonómica se hizo cargo del mantenimiento de estos equipamientos en su totalidad, gracias a convenios y acuerdos alcanzados con el Ministerio de Cultura.
Además, el propio edificio en el que se ubica este equipamiento también pertenece al Concello, «polo que o seu mantenemento é responsabilidade do Concello de Vigo, que tamén se fai cargo de parte do persoal do Concello que traballa no centro bibliotecario», explicaron ayer portavoces de la Consellería de Cultura.
Ahorro
El alcalde de Vigo pretende que el funcionamiento de las instalaciones las costee en su totalidad la Xunta de Galicia, que aporta alrededor de un 70 por ciento de los gastos que genera. Desde el Gobierno autonómico dejaron ayer entrever que no están dispuestos a aceptar este recorte que quiere aplicar el Concello en un servicio tan demandado y que la pelota está en el tejado del Ayuntamiento.
Los mismos portavoces recordaron que la gestión de la biblioteca es compartida entre el Concello de Vigo y la Xunta de Galicia. «Calquera decisión que se tome a respecto do centro bibliotecario debe tamén ser compartida e coordinada entre as dúas administracións implicadas, a municipal e a autonómica», recuerdan.
Si Vigo contase con una biblioteca estatal, contaría probablemente con la financiación autonómica en su totalidad. Pero el regidor socialista fracasó en el intento de conseguir una, a pesar de que se la ofreció el entonces ministro de Cultura, Cesar Antonio Molina. El gobierno local no fue capaz de ofrecer una ubicación concreta para que Madrid pudiese financiar las obras.
Si hubiese salido adelante la biblioteca estatal, el debate podría darse a la inversa ya que entonces la Xunta podría no aportar financiación también para la Central, como ocurre ahora. La ciudad carece de una red de bibliotecas municipales como ocurre en otras urbes gallegas, donde las costea el propio ayuntamiento. Vigo tan solo cuenta con una en O Calvario, que fue impulsada en su momento por el BNG. Las bibliotecas de la obra social de Caixanova suplen históricamente la falta de bibliotecas públicas municipales en la ciudad olívica.