NCG no acepta acuerdos en actos de conciliación por preferentes

E.V.PITa VIGO / LA VOZ

VIGO

Un grupo de preferentistas protesta ante la sede de NCG en Vigo el pasado jueves.
Un grupo de preferentistas protesta ante la sede de NCG en Vigo el pasado jueves. XOÁN CARLOS GIL< / span>

Más de un centenar de afectados buscan en Vigo la devolución sin juicio

09 oct 2013 . Actualizado a las 12:37 h.

NCG Banco ha dado instrucciones a sus representantes legales para que no acepten ningún acuerdo en actos de conciliación prejudiciales con afectados por las preferentes. Según una fuente oficial del banco, nunca aceptan «porque no podemos». El banco asegura que sin un laudo arbitral ni una sentencia no puede haber acuerdo. La entidad explicó ayer que ya ha aplicado esta postura en casos anteriores, sobre todo en Cangas y Moaña.

Ayer mismo, esto ocurrió en diez casos en Vigo. Los afectados mostraron su malestar ante la negativa de la entidad a una avenencia que evitase el juicio. Se quejaron de que les ha hecho perder un mes de su tiempo y le acusan de «maniobra dilatoria para reducir el número de demandas y dar mejor imagen ante un nuevo comprador».

Pero el banco aclara que no se pueden aceptar porque algunos casos van juntos y hay que analizarlos caso a caso. Lamentan que mucha gente haya ido ilusionada a los actos de conciliación porque los ha confundido con los nuevos procedimientos de acuerdo judicial, que no se han puesto aún en marcha y que son una cosa distinta. En dicha vía, que el banco recomienda, el preferentista tiene que presentar la demanda judicial y luego el banco llega al acuerdo.

A pesar de que la postura del banco es clara, corrían rumores entre los afectados de Vigo de que el banco iba a allanarse en los primeros 10 actos de conciliación que se celebraron ayer en el juzgado de refuerzo de las preferentes. Habían bulos de que iba a avenirse y devolver el dinero al preferentista sin tener que ir a juicio. Luego vino el chasco, al saber que el banco había dado instrucciones a sus representantes legales para que no se allanasen ni aceptasen ningún acuerdo. La mañana en el juzgado pasó de negativa en negativa sin entrar en negociación ni examinar si el perfil era el de un pequeño ahorrador. Deberán ir al juicio ordinario.

La tajante negativa indignó a varios clientes de subordinadas o preferentes, algunos con 6.000 euros, otros 14.000, 35.000 o más. «Esto no es una vergüenza, es una tomadura de pelo y una pérdida de tiempo», dijo ayer Rosa, que pelea por recuperar los intereses tras cobrar lo que metió en subordinadas. Tras archivarse su acto de conciliación, que duró dos minutos, «no me compensa presentar la demanda ni ir a juicio porque tendría que pagar las tasas».

Hay más de un centenar de actos de conciliación pendientes de celebrarse y la respuesta será la misma. «Hemos perdido uno o dos meses con esto, parece una maniobra dilatoria», dijo ayer la letrada Josefa Cerdeira. Otro abogado admitió que «a los nuevos les pilló el toro, es otro engaño más».