La eurociudad Tui-Valença estudia aplicar la medida de cara al 2014
31 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Los niños del municipio luso de Caminha sí vienen al mundo con un pan bajo el brazo. El Concello ha reactivado el plan de apoyo a la natalidad y obsequia a cada familia con hasta 750 euros. La cantidad depende de si el menor nació o fue adoptado en una de las seis parroquias del interior o en alguna de las catorce de costa. «La ayuda es superior en las zonas rurales porque allí los padres tienen más dificultades para disfrutar de servicios», explica el primer teniente de alcalde, Flamiano Martins. Si la familia aumenta en zona urbana, el respaldo es de 500 euros.
La iniciativa pretende consolidar la población aunque «ni ha descendido la natalidad ni se notan más nacimientos por este apoyo», asegura el edil. Sí confirma que hay vecinos de otros municipios lusos que intentaron disfrutar de este apoyo. Un total de 180 familias han solicitado la ayuda, pero la cifra amenaza con duplicarse ya que la subvención no caduca y tiene carácter retroactivo. Engloba a todos los menores nacidos o adoptados desde el 2011, año en el que se supendieron las ayudas anteriores.
«Es un presente para las familias porque engrandecen el municipio, pero nunca notamos una causalidad directa en el número de nacimientos», indica el concejal. Es imprescindible llevar al menos dos años empadronado en el municipio para poder beneficiarse de la ayuda pero, según el concejal luso, la línea se mantendrá. «Tenemos los brazos abiertos para cualquier pareja que quiera venir a vivir a Caminha, también si son gallegos», bromea Flamiano Martins. Insiste en que «no es una iniciativa para que las parejas tengan más hijos, solo pretendemos para hacer efectivo el compromiso del Concello con quienes decidan aumentar la familia».
La ribera gallega aplaude la campaña promovida por el gobierno local de Caminha. «Nosotros hacemos todo lo que podemos para potenciar los servicios sociales, la natalidad y el empleo, pero la situación económica no nos deja hacer más», señala el alcalde de A Guarda, José Manuel Domínguez Freitas. La villa fronteriza con Caminha mantiene un saldo vegetativo positivo desde hace una década.
Pero parece que es la eurociudad Tui-Valença la que podría seguir el ejemplo. «Es una línea de ayuda que estudiamos para el año que viene», confirma el regidor de Tui, Moisés Rodríguez Pérez. El alcalde afirma que «la mejora de la calidad de los servicios para los vecinos, rentabilizando los medios comunes es precisamente la filosofía de la eurociudad».
La escuela infantil abrirá sus puertas este año y, para el próximo «continuaremos priorizando el apoyo directo a las familias», señala Moisés Rodríguez.