Falsa alarma en Sirvent

B.R. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Una iniciativa artística de la tienda de muebles de diseño alerta a los ciudadanos ante una nueva quiebra comercial

16 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Lo que es quedarse solo con la letra grande. Y lo que cambia cuando se lee también la pequeña. En la tienda de mobiliario contemporáneo Sirvent, en la Gran Vía, un enorme cartel ocupaba su escaparate con un mensaje: «Se alquila». Acostumbrados como estamos a que día sí, día también, los negocios anuncien que se ven obligados a suspender su actividad, desde primeras horas de la mañana los responsables de la empresa ya empezaron a recibir llamadas interesándose por el precio del arrendamiento en tan preciado local.

Pero no es así. Al menos, por ahora, y por muchos años, que si Sirvent ha ido haciendo historia en Vigo desde 1940 y adaptándose a los tiempos, malo será que otra crisis acabe con una de las tiendas de mobiliario de diseño más competentes del país. De hecho, el anuncio tiene que ver con la reinvención de la empresa que encara el futuro con nuevas ideas.

El cartel que generó la alarma forma parte de la nueva iniciativa, Espacio Sirvent, que está a punto de cumplir un año y que pretende ofrecer a los ciudadanos una programación que aúne arte y diseño. En este caso, se trata de una propuesta del artista salmantino Javier Núñez Gasco que incluyó en su proyecto para las Becas Botín. El autor plantea apropiarse del escenario de un teatro en Lisboa y solicita propuestas. De las recibidas elegirá ocho. El próximo jueves, día 22, presentará su plan en la tienda viguesa.

Como cuenta Luis Sirvent, socios de esta empresa familiar que llevan cinco hermanos, «es una forma de comunicar que tiene que ver con nuestra forma de comercializar muebles y con nuestras inquietudes culturales, que incluyen disciplinas como arte, diseño, arquitectura, cine, música, teatro... Bajo este prisma y aprovechando un momento en que las cosas no están bien, queremos generar un foro de encuentro para que se pueda reunir la gente en torno a eventos con rigor cultural y didáctico eliminando la rigidez de las mesas corridas». Reconoce Sirvent que es también una forma de invitar al público a entrar en un lugar que impone. Y no debe.