El realizador Piño Prego, autor de «El Mono Paco», graba un documental sobre el Vigo de los 70
22 ene 2012 . Actualizado a las 07:03 h.El peluquero Juan Miguela vio un ovni aterrizando delante de su casa, en las rocas de Saiáns. Asustado por el encuentro en la tercera fase, nuestro hombre se encerró en un armario con una escopeta. «Era una gran bola, que flotaba en el aire, con unas luces giratorias», dijo luego a la prensa.
El caso fue la bomba en los años 70 en Vigo. Minguela regentaba la barbería La Fama, en la calle Carral, junto a la Porta do Sol. Y media ciudad pasaba por allí para cortarse el pelo. Hoy, cuarenta años más tarde, lo sigue haciendo el realizador Piño Prego, que siempre recordó aquel platillo volante del que todos hablaban cuando era niño.
Ahora Prego, con su productora Falso Orgullo, va a convertir aquella anécdota en una película. Con la excusa del famoso «ovni del Minguela», pretende retratar el Vigo de los años 70.
Su empeño no es nuevo. Hace dos años, el director vigués estrenó la meritoria El Mono Paco, un documental en el que describía la ciudad a caballo entre el delirio de los 80 y la modernidad de los 90. Su leit motiv, en aquel caso, fue la peripecia del macaco onanista que terminó muriendo en A Madroa, después de una polémica que dio la vuelta a España y en la que el concejal Leri llegó a recomendar a los grupos feministas locales que pasasen una temporada en la jaula con el simio. Eran barbaridades de un mundo que aún no era políticamente correcto.
Ahora, para ir más atrás, hasta los años 70, Piño Prego comienza su aventura en el avistamiento ovni de Minguela. Ha hecho decenas de entrevistas y por su largometraje pasarán los grandes personajes de la época, desde los últimos tiempos del alcalde Portanet y el mandato de García Picher, para terminar a las puertas de la democracia con Emma González Bermello, la primera mujer que fue alcaldesa de una ciudad gallega.
El documental retrata también a una urbe que vibraba con el Celta, apodado entonces el «equipo ascensor». Subía y bajaba aquella escuadra donde mandaba el Gran Capitán, Manolo. Pero lo que comenzó con una participación en la UEFA terminó con un descenso a Segunda B, al final de la década.
Las convulsiones obreras, la huelga general en Vigo o el tránsito a la democracia pasarán por la nueva película de Piño Prego, que no renuncia al humor: «El caso del ovni es como el del mono Paco, una excusa para retratar una época de Vigo, contada por sus protagonistas», afirma el cineasta.
Sin embargo, la historia que más interesa a Prego es el primer gran desastre ecológico de Galicia: el naufragio del Polycommander. El 5 de mayo de 1970, este petrolero noruego encalló en las Cíes, vertiendo quince mil toneladas de crudo Light Arabian en la ría. El pavoroso incendio posterior sembró el terror en Vigo. Y los efectos del desastre fueron una contaminación devastadora.
«El Polycommander fue la primera tragedia tras las que vendrían el Urquiola, el Mar Egeo y el Prestige», recuerda Prego. Para los niños vigueses de los setenta fue también motivo de no pocas broncas: «¡No juegues en la orilla, que te vas a manchar de pichi», gritaban las madres en Samil y O Vao.
Las crisis suelen verse por el retrovisor. Son tiempo de mirar atrás. Piño Prego vuelve a hacerlo en un documental que espera concluir este verano. Si mantiene el tono de El Mono Paco, seguro que vamos a divertirnos.
El largometraje retrata una urbe que vibraba con el «equipo ascensor»
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